La guerra de las sindicales

«Comisiones Obreras ha conseguido, por lo visto, provocar una escisión en la Unión Sindical Obrera y absorber la parte escindida. Ha concluido, así, otra batalla, quizá importante, de la guerra "secreta" de las centrales sindicales. Una guerra en la que ya se han consumado otras maniobras, entre ellas una anterior escisión en USO a beneficio de UGT, y de la que son también parte los enfrentamientos o disparidades de CC.OO. y UGT en las convocatorias de huelgas recientes. (...)Estamos, en España, ante, un sindicalismo, en su máxima parte, escasamente representativo como tal y muy fuertemente politizado. Ante un sindicalismo cuyos movimientos pueden atribuirse, en muchos casos, antes a intereses políticos de partido que a concretos intereses obreros.

USO -la pieza que, al parecer, se intenta descuartizar- carece de vinculación, al menos pública, probada, con un partido político. Se le atribuyen concomitancias con UCD. Pero, con certeza. nada se sabe. Si USO constituye, en definitiva, una central independiente, profesional, podría ser una referencia importante para corregir la politización, excesiva, inconveniente, de las otras. ¿Se intenta por eso deshacerla a golpes de escisión? ¿Se pretende, únicamente, un trasvase de afiliaciones?

En cualquier caso, y en suma, la politización directa, rotunda, de los sindicatos devalúa mucho no sólo su acción en defensa de legítimos intereses obreros, sino también cuanto puedan aportar de positivo a una deseable estabilidad política democrática.»

15 de marzo