La RFA adopta medidas para estimular la entrada de capitales en su territorio

Como consecuencia del drástico descenso experimentado en la balanza de pagos de la RFA durante el año pasado, que por primera vez fue deficitaria desde 1965, el banco central (Bundesbank) y el Ministerio Federal de Finanzas acordaron reducir las trabas existentes desde hace varios años en la participación de extranjeros en los mercados de capitales de este país.

El Budesbank y el Gobierno han decidido, en este contexto, permitir la titularidad por extranjeros de acciones y obligaciones, tanto del Tesoro como de la banca privada, Imitando por el momento tal medida a aquellos valores con amplitud de dos años. Hasta ahora, los extranjeros tenían acceso a aquellos que tenían un alcance de cuatro.Como medida complementaria, el Gobierno puso ayer en circulación nuevas obligaciones, a seis y siete años, con un interés sensiblemente superior al habitual, por encima del 9 %.

Estas medidas responden a un plan del ministro de Finanzas, Hans Matthoefer, para hacer frente al creciente atractivo que ejercen algunos países sobre el mercado alemán. Solamente en los dos primeros meses de este año han emigrado de la RFA 15.000 millones de marcos, la mayor parte en dirección a Estados Unidos, donde los intereses que se ofrecen son sensiblemente mayores que los de Alemania Federal.

El Gobierno de Bonn señala, como dato preocupante, que los excedentes de la balanza de pagos han disminuido en un solo año de 41.200 millones de marcos (en 1978) a 22.400 (en 1979), reservas que han quedado de hecho neutralizadas si se cuenta con que el año pasado los turistas alemanes «exportaron» dinero por valor de 22.000 millones (casi cuatro veces los ingresos globales de España por el mismo concepto). Los sucesivos incrementos del precio del petróleo han aumentado sensiblemente las cifras correspondientes al debe.

Las medidas aperturistas para los capitales extranjeros, que supondrán, por otra parte, la reforma de la «ley Federal de Finanzas Exteriores», podrían traer consigo otras de distinto signo, como una nueva regulación restrictiva de las transferencias al extranjero (y ello podría afectar a los envíos de dinero de los trabajadores españoles en la RFA) y un control de la obtención de divisas para viajes de turismo.