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El último chatarrero acepta abandonar Villaverde

El único propietario de desguaces que hasta ahora se había resistido a abandonar los terrenos que ocupa en Villaverde cedió ayer a las presiones del Ayuntamiento y aceptó empezar a retirar los miles de kilos de chatarra que tiene junto a la carretera de Andalucía, en el cruce con Villaverde Alto.

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Desde el pasado sábado, fecha en que un equipo de técnicos de la Delegación de Obras hizo que los 42 industriales que aún quedaban en Villaverde y Carabanchel firmaran las actas de clausura, los camiones empezaron a transportar las chatarras hacia San Martín de la Vega. Sin embargo, uno de ellos, el señor Navas Polo, se ha resistido hasta ayer a iniciar el traslado. Las amenazas del Ayuntamiento para estos casos eran claras: acción sustitutoria y multa de ocho millones, de pesetas para los que se resistieran.Ayer por la mañana, y ante el oscuro panorama que se presentaba para el señor Navas Polo, el Ayuntamiento no tuvo que ejercer la acción sustitutoria, pese a que ya había camiones esperando por encargo municipal. Precisamente este industrial es el único que anteriormente había conseguido una indemnización económica de Coplaco, consistente en ocho millones de pesetas, en concepto de reparación de los perjuicios que el traslado del negocio podría suponer para el industrial. Fue también esta posibilidad de conseguir más dinero la que retuvo durante meses a los demás industriales en el polígono de Villaverde.

Una escuela y zonas verdes

Una vez que todos los industriales han iniciado el traslado, el presidente de la junta municipal del distrito de Villaverde, el socialista Emilio García Horcajo, aseguraba que el problema está ya totalmente resuelto, y que en breve podrán iniciarse las obras de la escuela profesional que tienen prevista y el acondicionamiento de las zonas verdes que tanto necesita el barrio.

En este sentido, los trabajadores del servicio municipal de limpiezas adecentaban, ayer los terrenos desocupados y los de sanidad procedían, a desratizar la zona. Según cálculos del Ayuntamiento, en un plazo tope de quince días los terrenos de Villaverde quedarán totalmente limpios y dispuestos para realizar en ellos los planes previstos. En total, quedan por trasladar 6.000 toneladas de chatarra, y desde el pasado sábado han salido 4.500.

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Grupos de gitanos aprovechaban ayer para recoger los restos de chatarra que los industriales han dejado, aunque la Policía Municipal y Nacional que vigila el polígo,no denegaban la entrada al recinto. Tras divertidos y ofuscados tiras y aflojas entre la policía y los gitanos, alguno de éstos consiguió entrar con su carro y su burro y cargar con lo que podía. También algún anciano intentaba despistar y colarse con su saquito para recoger pequeños restos de chatarra. Todo ello ante los aplausos desaforados de un anciano vecino, que aplaudía y gritaba: « ¡Fuera! ¡Que se vayan con su porquería a otra parte! »

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