Fuerza Nacional del Trabajo se presenta en Valladolid

«Hoy día, el problema que se plantea al inversor para promover puestos de trabajo es que no se fía de las personas que van luego a trabajar. Entienden que no merece la pena invertir para que a las veinticuatro horas los obreros se declaren en huelga, la empresa quiebre y ellos pierdan el dinero invertido. Los empresarios han llegado, por lo visto, a la conclusión de que eligiendo trabajadores de Fuerza Nacional del Trabajo van a tener menos problemas», afirmó el delegado nacional de FNT (sindicato de Fuerza Nueva), José Antonio Assiego, en el curso de la rueda de prensa que precedió a la presentación de la citada central en Valladolid.El señor Assiego respondió así a una pregunta formulada respecto a unos anuncios aparecidos en la prensa barcelonesa, en los que, previa la realización de unos cursillos de formación, se garantizaba trabajo a los afiliados a FNT. El delegado nacional del mencionado sindicato negó que los trabajadores vinculados a este grupo fuesen menos reivindicativos que otros.

José Antonio Assiego aseguró que FNT cuenta actualmente con 60.000 afiliados con carné, «aunque, como todo afiliado a Fuerza Nueva tiene la obligación de pertenecer al sindicato, podemos decir que contamos con la proporción laboral que corresponde a los 400.000 votos obtenidos por Unión Nacional en las últimas elecciones». Señaló también que FNT ha nacido «para clarificar el lamentable panorama sindical que hay en España y para restaurar el sindicalismo vertical». Para el líder del sindicato ultraderechista, el sindicalismo vertical tuvo, «junto a grandes éxitos y aciertos, innegables fallos y deficiencias. Sobre todo no saber elegir a las personas que tenían que dirigirlo, permitir la entrada de egoístas e inmorales y olvidar su ideología inicial: la del 18 de julio».

José Antonio Assiego tachó de anticonstitucional el Estatuto de los Trabajadores, «porque», dijo, «niega la participación en las negociaciones a los trabajadores no afiliados, lo que quiere decir que va contra la libertad para sindicarse, establecida en la Constitución».