Decidirá la calculadora

Un desdichado sistema, que en su día aprobaron los clubes, para deshacer los empates en las eliminatorias de Copa, propició el lamentable espectáculo que se dio ayer al término del partido de Pozuelo y que trae consigo el he cho de que dicha eliminatoria la resuelva una calculadora en vez de dirimirse todo en la cancha. Los abrazos primero de unos y después de otros, y más tarde, el escepticismo, tanto de vencedores como de vencidos, recordó en gran parte a lo que ocurrió en la final olímpica de Munich,El vencedor, según reza en las bases, es el equipo que mayor cociente obtenga después de dividir los puntos a favor y en contra de cada uno de los encuentros, pero no matiza suficientemente si se tendrá en cuenta el orden de esos resultados ni qué cifra actuará de dividendo y cual de divisor, o si lo prefieren, de numerador y denominador. De ahí que la cosa quede confusa. Los resultados fueron DE 86-87 en el Magariños, y de 99- 100, en Pozuelo. Si a la hora de dividir se respeta este orden, sigue adelante el Estudiantes. En caso contrario, el Tempus, que parece lo más probable si se hacen las cuatro divisiones, dos por cada equipo. Es decir: Estudiantes: 86/87 y 100/99, y Tempus: 87/86 y 99/ 100.

Al margen de esto, bueno será señalar el contrasentido que supone que los mismos clubes que aprobaron un partido de desempate para decidir un título de Liga después de veintidós jornadas, se nieguen a que lo haya en una eliminatoria de Copa.