"La clave": Olimpiada

El debate del programa La clave está dedicado hoy a «las olimpiadas». Intervienen en el coloquio, que se emite en directo, moderado por José Luis Balbín, dos figuras olímpicas: Bob Beamon, actual recordman mundial, y Emile Zatopek, campeón olímpico checoslovaco. Junto a ellos, Vladimir Popov, primer vicepresidente del Comité Organizador de las Olimpiadas de Moscú; Anselmo López, secretario general del Comité Olímpico Español, y Francisco Delgado, senador socialista.Para ilustrar el debate se emitirá un largometraje clásico del género documental y una de las mejores películas de la historia del cine en el género deportivo, Olimpiada, de Leni Riefenstahl (Alemania, 1938). El documental, cuya duración es de tres horas y media, ha sido dividido en dos partes: La fiesta de los pueblos y La fiesta de la belleza. Dentro del programa de esta tarde se emitirá la primera parte, que arranca con escenas filmadas en Grecia, una glorificación de la arquitectura y de la belleza del cuerpo humano, el traslado de la antorcha olímpica hasta el estadio berlinés, en que se desarrollaron los Juegos Olímpicos de 1936, en pleno auge del nacionalsocialismo, el desfile de los atletas ante Hitler y algunas de las primeras pruebas. La segunda parte cubre el resto de los Juegos.

Leni Riefenstahl, bailarina, actriz y directora de cine nacida en Berlín (1902), comenzó su trabajo en el cine como intérprete de películas de montaña dirigidas por Arnold Fanck. Su primer largometraje, La luz azul (1932), sobre una leyenda de los Dolomitas, fue dirigido en colaboración con el fotógrafo Hans Schneeberger y el escritor húngaro Béla Bálazs, teórico marxista del cine. Posteriormente, Hitler le encargó la realización del filme La victoria de la fe (1933), sobre el Partido Nacionalsocialista. Intentó rodar, a continuación, una película documental en España, pero Hitler volvió a encargarle el rodaje de El triunjo de la voluntad (1934) -sobre el congreso nazi de Nuremberg-, que la directora inicialmente había rechazado por estar enemistada con Goebbels y que resultó ser una obra maestra de montaje y del cine político de propaganda. Después de dirigir un breve documental (Día de libertad, 1935), continuación del anterior, afrontó su famosa Olimpiada (1938), largometraje que se estrenó como gala privada con ocasión del 49 cumpleaños de Hitler. Leni Riefenstahl utilizó en su rodaje cincuenta cámaras, impresionó 400.000 metros de película (de los que sólo utilizó 6.000) y necesitó dos años para el montaje del documental.

Aunque Riefenstahl declaró siempre que su película es «apolítica», un fuerte sentimiento nazi impregna la celebración deportiva como una lucha heroica y sobrehumana, donde se relacionan los primeros planos esculturales de los atletas, banderas y antorchas, con retratos de Hitler y el entorno nazi. Olimpiada es, más allá de este significado, un monumental estudio sobre el deporte y un ejercicio de poesía cinematográfica. La película obtuvo el primer premio del Festival de Venecia de 1938. Las últimas obras de Riefenstahl para el cine fueron Tiefland, adaptación de la ópera de Eugene D'Albert, que terminó en 1952, cuando ya estaba en las listas negras de los aliados, y Schwarze Frachr, que comenzó a rodar en Etiopía (1956) como ensayo antropológico, y que nunca concluyó.