Santiago Carrillo anuncia el apoyo comunista a un Gobierno UCD-PSOE

«Un Gobierno central con la participación del PSOE, sobre la base de un programa convenido colectivamente, tendría nuestro apoyo en el Parlamento y en la calle», afirmó anoche el secretario general del PCE, Santiago Carrillo, durante la conferencia que pronunció en el Club Siglo XXI, sobre «Una política democrática y en paz».

Santiago Carrillo fue escuchado por unas quinientas personas. Presentó al conferenciante el vicepresidente del Club, José María Stampa, uno de los acusadores privados -en nombre del Colegio de Abogados de Madrid- que actuaron recientemente en el juicio por la matanza de Atocha. El señor Stampa recordó que era la tercera vez que intervenía el señor Carrillo en el Club, y destacó la importancia del Grupo Comunista como tercera fuerza parlamentaria del país.Santiago Carrillo criticó la orientación de UCD a gobernar sola y cada vez más a la derecha, que, según dijo, «no ha simplificado los problemas políticos, económicos y sociales; mi juicio es que los ha complicado y agravado peligrosamente ». Aludió a la influencia visible de la CEOE y al intento de marginar a CCOO en una táctica similar a la aplicada en Francia e Italia al comienzo de la «guerra fría».

Señaló también que las leyes orgánicas derivadas de la Constitución se están tramitando por un criterio muy distinto al acuerdo que reinó durante la elaboración de aquélla, y recordó que en el reciente proceso contra los autores de la matanza de Atocha «está apareciendo con inaudita insolencia el rostro inhumano de los que, si pudieran, reproducirían matanzas semejantes a todo lo largo y ancho de la Patria, repitiendo la guerra civil».

Frente a esta situación, el señor Carrillo defendió la necesidad de un Gobierno fuerte, que, dijo, «no es una dictadura militar, Policiaca; no es un Gobierno represivo». Por el contrario, explicó que se trataría de un Gobierno fuerte, en primer término parlamentario y con ancha base de apoyo en las Cortes y en el país, capaz de hacer una política transparente y de enfrentarse con los intereses ¡legítimos de la especulación y los privilegios de la corrupción.

Tras diseñar ese Gobierno y declarar que la oposición sería para quienes se opusieran al proceso actual de consolidación de la democracia, entre ellos los que invocan la figura del salvador o del caudillo irreemplazable, el secretario general del PCE expresó su coincidencia con un hombre tan moderado, según dijo, como José María de Areilza, en un artículo reciente en EL PAÍS sobre la cultura liberal.

En cuanto al Gobierno propugnado por el señor Carrillo («No planteo que los comunistas debamos estar en él»), declaró que debería estar configurado por los dos principales partidos a nivel del Estado y contar con el apoyo parlamentario.

En cuanto a la política exterior, Santiago Carrillo declaró que si España debe ser lazo de unión entre Europa Occidental y el mundo árabe y Latinoamérica, con una vocación propia, «su política no puede ser la de un satélite o la de un correveidile de Estados Unidos».