Kelvinator solicita suspensión de pagos
La empresa fabricante de electrodomésticos Carsa (que utiliza la licencia KeIvinator) presentó el pasado sábado en Madrid solicitud de declaración de suspensión de pagos ante la autoridad judicial. Los datos esenciales del balance aportado por los directivos de Carsa-Kelvinator presentan un pasivo (deudas) de 2.660 millones de pesetas. Entre estas deudas se incluyen los salarios de enero y la paga extraordinaria de Navidad de la totalidad de la plantilla, unos 2.000 trabajadores, de su factoría de Getafe (Madrid).La solicitud de suspensión de pagos de Carsa-Kelvinator se ha producido como consecuencia de la crítica situación de la sociedad, que desde hace varios meses se ha ido agravando progresivamente como consecuencia de la crisis generalizada del sector español de producción de electrodomésticos. La producción de Kelvinator se centra sobre todo en la denominada línea blanca, y más concretamente, en frigoríficos y lavadoras, productos ambos que están atravesando en estos momentos una difícil situación de mercado.
Las deudas de la empresa se reparten entre proveedores (1.200 millones), Hacienda (seiscientos millones), bancos (cuatrocientos millones), Seguridad Social (330 millones) y salarios (130 millones). Carsa-Kelvinator es una sociedad eminentemente familiar, cuyo capital está repartido entre diversos miembros de la familia vasca Olazábal.
Según fuentes laborales, la dirección de la empresa pretendió hace varias semanas implantar una reducción de jornada, incluida en un supuesto plan de reestructuración, que fue rechazado por los trabajadores. Desde hace pocos días, una consultora vasca de primera línea ha comenzado a trabajar para emitir un diagnóstico de la situación y elaborar un nuevo plan de salvación de la empresa.
