Se acabó la incertidumbre
de los fans de Paul McCartney, porque el ex Beatle, detenido por tenencia de droga en Tokio, ha sido puesto en libertad, aunque inmediatamente fue expulsado de Japón. El famoso cantante había llegado a Japón el pasado día 16 de enero, con su esposa, Linda, y sus cuatro hijos, para iniciar una gira con su conjunto de rock. Al desembarcar su equipaje en el aeropuerto de Narita, los agentes descubrieron que Paul llevaba 220 gramos de marihuana. De un largo encarcelamiento lo salvó su confesión. Según las autoridades niponas, «la confesión de que la droga era pata uso propio y el arrepentimiento manifestado por el cantante, han inducido a las autoridades a abandonar la investigación y llevar a cabo las gestiones pertinentes para su expulsión». Las pérdidas que la cancelación de la gira ocasionan a McCartney y a su grupo ascienden a unos veintiséis millones de pesetas.
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