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Secuestran y asesinan al dueño de un bar de Baracaldo

Alfredo Ramos Vázquez, una de las personas citadas en el reportaje de Interviu sobre presuntos miembros de la ultraderecha en Vizcaya, fue asesinado ayer en la localidad minera de La Arboleda, poco después de ser obligado por dos encapuchados armados a abandonar el bar de su propiedad, en el centro de Baracaldo. Hasta el cierre de esta edición nadie se había atribuido el acto.El señor Ramos, de 55 años de edad, era propietario del bar Stadium, contiguo al portal número 9 de la calle Brigadas de Navarra, donde tenía su vivienda. Poco antes de las tres de la tarde, dos jóvenes encapuchados y armados con sendas pistolas irrumpieron en el establecimiento.

Tras intimidar a la esposa, hija y sobrina del propietario, los dos encapuchados obligaron a Alfredo Ramos a introducirse en un coche, marca Chirysler 150 de color amarillo, donde esperaba un tercer individuo.

Hacia las tres Y media de la tarde, una voz anónima transmitió telefónicamente al diario Egin el siguiente mensaje: «Secuestrado. interrogado y tiroteado. Se encuentra a la entrada de La Arboleda.» Avisada la policía, el cuerpo sin vida del señor Ramos Vázquez fue encontrado en una cuneta, .junto a una mina abandonada, a unos siete kilómetros de Baracaldo. El cadáver presentaba cinco . mpactos de bala, todos ellos en la cabeza.

ETA militar había reivindicado ayer el asesinato de José María Palacios, muerto a tiros el pasado sábado en Algorta, así como el atentado contra Manuel Fernández, herido el lunes en Mondraoón (Guipúzcoa). ETA acusa a ambos de ser confidentes y anuncia que scouirá atacando a «todos los chivatos Y servicios paralelos hasta que se decidan a abandonar Euskadi sur». Respecto al atentado de Alonsótegil, que ETA atribuye a la ultraderecha el comunicado dice que «no quedará sin respuesta por nuestra parte».

La víctima del atentado de ayer había desmentido su vinculación a la ultraderecha

La policía y la Guardia Civil montaron inmediatamente controles de carretera, una vez conocido el atentado de ayer, pero no hay pistas sobre los vehículos a los que debe perseguirse. El único testigo que ha conseguido la policía es un niño de corta edad, que dijo haber oído los cinco disparos y, casi a continuación, el ruido de los motores de dos coches que se alejaban del lugar donde posteriormente fue encontrado el cadáver.Alfredo Ramos Vázquez, asesinado ayer en las cercanías de Baracaldo, era el dueño del bar Stadium, citado por el semanario Interviú como lugar habitual de reunión de ultraderechistas. En uno de los reportajes publicados sobre el tema, el ex policía nacional Francisco Ros Frutos, cuyas declaraciones fueron la base de los datos aportados por Interviú, describía al dueño del bar como «un gallego que se divierte participando en enfrentamientos contra los abertzales».

A raíz de esta imputación, Alfredo Ramos envió cartas a la prensa bilbaína para decir que ni él ni su familia habían pertenecido ni pertenecen a grupo político alguno, ni habían tomado parte en ninguna de las acciones ni enfrentamientos a los que se hacía referencia en la información de la revista. «Soy en todo punto inocente de todo cuanto se me imputa», señalaba en su carta el señor Ramos.

Las informaciones publicadas por Interviú en sus números 188 y 189, de diciembre pasado, citaban un total de diecinueve nombres de presuntos ultraderechistas, así como siete bares considerados como lugares de reunión de aquellos -uno de ellos fue desmentido por la propia revista semanas más tarde- y otros tres locales a los que se atribuye la condición de «campos de tiro» o de entrenamiento de los comandos incontrolados que actúan en la margen izquierda de la ría de Bilbao.

El asesinato de ayer es el segundo que se produce entre las personas mencionadas por los referidos reportajes. El primero fue el de Jesús García García, mencionado como organizador de los comandos incontrolados. La muerte de este último originó una tormenta de comentarios y acusaciones a la revista por haber publicado los nombres citados. Interviú se defendió de las acusaciones argumentando, entre otras cosas, lo absurdo que resulta suponer que ETA necesita los datos publicados en la prensa para localizar a su enemigo.

El atentado de ayer en Baracaldo constituye un nuevo hecho en la «guerra sucia» que está librándose en el País Vasco. El asesinato se ha producido cuatro días más tarde de que un artefacto explosivo, reivindicado por los Grupos Armados Españoles (GAE), causara cuatro muertos y diez heridos en un bar frecuentado por nacionalistas vascos. Sin embargo, todavía no ha habido reivindicación del atentado de ayer.

El propietario del bar Stadium había hecho esfuerzos, durante las últimas semanas, por demostrar su falta de vinculación a los comandos incontrolados. Además de la carta a la prensa bilbaína, antes citada, también había enviado una rectificación a Interviú, que aún no había sido publicada.

La dirección de este semanario hizo pública anoche una nota en la que hace constar su repulsa por este nuevo acto de violencia, «esperando poseer datos fiables sobre la autoría del crimen para hacer una nueva declaración si fuera necesario».

Y añade: «Ligar la muerte de un ciudadano al título de una revista, como se hace en ciertas informaciones y denuncias públicas, resulta, cuando menos, insidioso. Interviú lamenta la muerte del señor Ramos Vázquez, dolorosamente una más en el marco de la ola sangrienta, y rechaza con energía esta nueva manifestación de violencia, que viene a confirmar que nuestra denuncia de la misma responde a una triste realidad del país, frente a la que ha de movilizarse a la opinión pública. »

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