Balance demasiado brillante

Si nos atenemos a los resultados que expresa el índice general de la Bolsa de Madrid, referido a la semana que hoy termina, llegaríamos a la conclusión de que el mercado, a lo largo de este ciclo, ha observado un comportamiento francamente favorable, con recuperaciones abundantes, que en algunos casos llegaban a resultar espectaculares (véanse los ocho puntos de subida del grupo químico).No obstante, este juicio convendría matizarlo, porque ni las subidas fueron generalizadas ni se repartieron uniformemente entre los componentes de los distintos grupos.

Si excluimos el sector bancario -con las excepciones del Bilbao y el Banesto, que cedieron-, que se limitó a mostrar resistencia a la baja hasta que en la sesión de cierre la escasa participación de los vendedores le invitó a mejorar entre cuatro y cinco puntos a la mayor parte de sus componentes, y si dejamos asimismo a un lado a los valores del sector eléctrico, que estuvieron cotizando al alza la subida de tarifas que sancionó el Consejo de Ministros del pasado viernes, nos encontraremos con que la actividad en el mercado continuó centrada en una veintena de valores, sin que alcanzase al resto la supuesta reacción.

Para comportamientos tan brillantes como los que experimentaron las acciones de algunas sociedades que dieron perdidas el ejercicio pasado, y que el presente tampoco parece que vayan a poder presentar cuentas de resultados muy positivas, o se recurre a la bola de cristal o se piensa en la actuación de los distintos especialistas que tienen intereses en estos valores concretos. Porque hay que reconocer que subidas superiores al 100%, en relación a sus precios de primeros de año, en energías o en altos hornos, han de resultar, cuando menos, curiosas, sobre todo por la apresuración y falta de apoyo real con que han sido generadas, y eso sin olvidar otras evoluciones menos espectaculares, pero no menos significativas, de valores en circunstancias parecidas, como serían Explosivos o Galerías.

El viernes ya se comenzaron a apreciar algunas correcciones para estos valores, junto con una importante retirada de dinero para las eléctricas, que dejaba las órdenes vendedoras de última hora sin posibilidades de hallar contrapartida.

De todas formas, el mercado se encargará de dar o quitar razones en las próximas sesiones.

El centro de interés de la Bolsa madrileña a lo largo de la semana lo ha constituido la negociación de letras.

Este mercado, que inició sus operaciones el pasado martes, se vio concurrido sólo por cuatro entidades oferentes, las únicas adheridas, que pusieron a la venta unos 150 efectos.

Los tres bancos extranjeros que acudieron a la cita con los inversores potenciales, concretamente el Barclay's, el Morgan y el Deutsche, ofrecieron papel aceptado por John Deere Ibérica, mientras que el único nacional, el Indubán, filial industrial del Banco de Vizcaya, intentaba colocar letras a cargo de la Financiera Bancaya. El nominal de todos los efectos puestos en el mercado era de 1.250.000 pesetas. El descuento que se les aplicaba era del 13%, y el vencimiento lo tenían a un año.

La negociación el primer día fue corta, y en general respondió a actuaciones de oficio. El jueves -este mercado sólo se desarrolla martes y jueves- descendió aún más.