Edmond Simeoni: "Giscard d'Estaing instaló en Corcega policía paralela para crear un clima de guerra civil"
Una calma inquieta predomina en Córcega tras los acontecimientos sangrientos de la semana pasada, una vez más provocados por la distancia existente entre las aspiraciones autonomistas de los corsos y un poder central absolutamente intransigente en tal sentido. El balance de la explosión es el más grave de los últimos años: tres muertos y seis heridos. París decidió que la justicia se manifieste inexorable y, anteayer, los 36 miembros del comando de nacionalistas que ocuparon el hotel Fesch, de Ajaccio, fueron encarcelados en París para ser procesados. En señal de protesta, durante el último fin de semana, en Bastia, Ajaccio y Corte se manifestaron sin incidentes cerca de 10.000 personas.
Un colectivo que reúne a todos los partidos políticos, sindicatos; y asociaciones, ha sido creado para estructurar la lucha en toda la isla en favor de cuatro reivindicaciones concretas e inmediatas: liberación de los presos implicados en los acontecimientos de la semana pasada, supresión de todas las policías paralelas, retirada del «gigantesco dispositivo policial» instalado en la isla y dimisión del prefecto de Ajaccio. Edmon Simeoni, líder del movimiento autonomista Unión del Pueblo Corso (UPC), habló por teléfono con nuestro corresponsal.Pregunta. Señor Simeoni: ¿cómo explica usted los acontecimientos dramáticos de la semana pasada?
Respuesta. De manera muy simple. Desde hace tres años se había denunciado la existencia en Córcega de oficinas de policía paralela, alimentadas por miembros del movimiento antiautonomista Francia. Estas oficinas han sido instaladas por el presidente de la República, Valery Giscard d'Estaing, con el objeto de crear un clima de guerra civil. Durante estos años han cometido sesenta atentados, a los que nunca hemos respondido con la violencia. Nosotros, por el contrarios, hemos multiplicado las gestiones públicas con todos los poderes políticos, religiosos o sindicales.
Más aún: el año pasado yo me entrevisté con el presidente gaullista Jaeques Chirac para hacerle comprender que era inaceptable que miembros de su movimiento pertenecieran a las policías paralelas. Todo ello no dio resultado alguno y, por el contrario, los atentados contra nosotros continuaron.
Tales son las causas de los hechos de todos conocidos. He de subrayar que, a lo largo de todos los acontecimientos, personalmente, en cada momento, comprobé que ni un solo mal trato, físico o verbal, se cometió con los tres miembros de la policía paralela interceptados en Bastelica ni con los clientes del hotel de Ajaccio. Por el contrario, el poder ocupó Córcega con millares de gendarmes y de artefactos blindados.
P.¿Tenían ustedes pruebas de que los tres hombres interceptados en Bastelica pertenecían a la policía paralela?
R. Esto es lo que precisamente originó los hechos dramáticos posteriores, al negarse la autoridad a que se presentaran a la prensa a los tres hombres y pruebas de su filiación. Entre estas pruebas figuraban los carnés de Alain Olliel de miembro del RPR gaullista y del Servicio de Acción Cívica (SAC), el organismo creado por el gaullismo en tiempos de la OAS. Por otra parte, sobre este personaje hay que revelar lo siguiente: hace varios años fue condenado a dos años de cárcel por robo de armas en Ajaccio; después fue rehabilitado y se le autorizó la apertura de una armería, cuando para conseguir tal licencia es menester acreditar una moralidad intachable.
Cabe preguntarse por qué fue rehabilitado y por qué se le permitió instalar un negocio tan delicado.
P. La acción de los autonomistas durante la semana pasada, quiere decir que la UPC modifica la estrategia de la legalidad?
R. No cambiamos nada: ni nuestra estrategia legal ni nuestras reivindicaciones de autonomía interna. La actuación de nuestros militantes la semana pasada fue de legítima defensa.
Prurito de autonomismo
P. El primer ministro. señor Barre, dice que el problema corso, en el mejor de los casos, no es de autonomismo, sino un prurito de autonomismo, mientras que las autoridades también anotan que los generadores de dicho problema son «criminales de derecho común».R. La gran mayoría de la prensa continental, incluso un diario progubernamental, como France Soir, ha estimado estos días en un 60% a los autonomistas. Somos la gran mayoría de la isla. Y lo que me inquieta es que la actitud del poder radicaliza más y más a todos los jóvenes, y no sólo a los jóvenes, como lo prueba el hecho de que, desde hoy mismo, las organizaciones de agricultores y de transportistas de la isla han anunciado acciones serias contra París.
P. ¿Peligra, en su opinión, la paz civil?
R. Peligra en cada instante, a causa del dispositivo policial gigantesco y de las provocaciones continuas.
Nosotros, sin embargo, continuaremos obrando con calma, con responsabilidad, pero con determinación también para conseguir nuestros objetivos de autonomía.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.