La EMT se hará cargo de todo el transporte público, de superficie en Madrid

La Empresa Municipal de Transportes se hará cargo de todos los transportes públicos de superficie de Madrid a lo largo de los próximos meses, según un acuerdo aprobado ayer por el pleno de la Corporación, con los votos favorables de socialistas y comunistas y los votos en contra de UCD, que arrojaron un saldo de 34 contra veintidós. Dicho acuerdo comenzará a ser operativo a medida que vayan caducando las concesiones a los empresarios privados que tienen en explotación las líneas de autobuses conocidas como periféricas.

La primera de las líneas periféricas de las que se hará cargo la EMT. después del acuerdo aprobado, es la P- 17. que hace su recorrido entre la. glorieta de Embajadores y la colonia de San José Obrero, cuyo servicio será ofrecido por la empresa municipal a partir de mañana, domingo.El día 17 de Febrero caduca la concesión de la línea P- 19; el día 1 de marzo, las líneas P-8 y P-9, y el resto de las veintiuna líneas tienen un contrato cuya finalización oscila entre los meses de abril y septiembre. De esta forma, el Ayuntamiento controlará todo el transporte madrileño de superficie, así como una gran parte del Metro, cuya desprivatización aprobó el Parlamento el pasado año.

La medida adoptada por el pleno municipal, reunido ayer en sesión extraordinaria, supone el final de un período de doce años, durante el cual algo más de un 20% del recorrido total de los transportes de superficie estuvo servido por ocho empresarios privados, que, con una plantilla total de 780 trabajadores, explotaban las veintiuna líneas periféricas.

La consecuencia inmediata del acuerdo para la Empresa Municipal de Transportes será la adquisición a lo largo de este año de doscientos nuevos autobuses, con una inversión total de mil millones de pesetas. así como una notable ampliación de su personal.

Aun cuando las posiciones de la izquierda y de UCD en torno al tema eran suficientemente conocidas, el pleno se prolongó por espacio de cuatro horas y adquirió tintes ciertamente violentos, cuando José Luis Alvarez. portavoz de UCD, aseguró que se trataba de una «municipalización fraudulenta y enmascarada».

Fue precisamente el tema de la pretendida municipalización a que hacía alusión la postura de los concejales de UCD la que se llevó la parte del león del debate. Mientras José Luis Martín Palacín (PCE). concejal de Circulación y Transportes y defensor de la propuesta, insistía en que se trataba de la extinción del contrato por el que los empresarios privados explotaban las líneas al tiempo que se le daba un mandato a la EMT para que cubriera el servicio de las mismas, los concejales de UCD, por boca de Florentino Pérez, Joaquín García Javaloys, Javier Soto y José Luis Alvarez, en especial este último, aseguraron que se trataba en la práctica de la municipalización de todo el transporte de superficie y llegó a pedir que por tratarse de tal era preciso la mayoría de dos tercios para su aprobación.

No es una municipalización

En este punto de la cuestión, socialistas y comunistas manifestaron su extrañeza. llegando a solicitar el dictamen de la Secretaría General del Ayuntamiento, quien, a través de Pedro Barcina, explicó que en ningún caso podría hablarse de municipalización, con lo que al tiempo descartaba la necesidad de la mayoría de los dos tercios. Barcina aseguró al mismo tiempo que no existían posibilidades legales para la concesión de nuevas prórrogas.Martín Palacín fundamentó la defensa de la propuesta en la política del ayuntamiento de primar el transporte público, en la necesidad de un mayor control municipal sobre el transporte, en el hecho de que por tratarse de un servicio público de naturaleza social debía de estudiarse en base a tarifas sociales. en que las frecuencias de autobuses en líneas periféricas era un 50% menor que en la EMT, en la baja calidad del servicio de aquéllas y en la política de los empresarios privados, que priman el lucro por encima de la calidad de los servicios y de las condiciones laborales.

El contrataque de UCD se basó en que no existían las garantías suficientes para la absorción. desde los puntos de vista técnico, económico y social. En concreto, los concejales de UCD esgrimieron los argumentos de que la absorción constituiría una auténtica sangría para los contribuyentes madrileños, «pues la EMT perdería con la operación cientos de millones de pesetas», y que contribuiría a aumentar el paro y la inflación.

El caballo de batalla del debate. además de las consecuencias económicas. se centró en la falta de datos suficientes para adoptar una decisión de este tipo. según UCD. y en las dificultades que se le crearían a la EMT al absorber la red que ahora cubre las líneas periféricas. Estas tesis fueron rebatidas por los concejales de los partidos de izquierda, los cuales admitieron que, efectivamente, en el caso del número de viajeros transportados por las líneas periféricas había disparidad en las cifras, entre los 68 millones de viajeros anuales que confesaban los empresarios privados, los 85 millones del estudio de la Delegación de Circulación y Transportes y los 107 que había computado la EMT.

Tras varias intervenciones consecutivas de Alonso Puerta, Joaquín Leguina (recientemente nombrado secretario general de la FSM, quien ayer llevó una parte considerable del debate por lo que respecta al grupo de concejales socialistas, aun cuando el portavoz sigue siendo Alonso Puerta), Ramón Tamames. Florentino Pérez, Joaquín García, José Barrionuevo y José Luis Alvarez. se procedió a la votación nominal. luego de que el secretario general informase que no era necesaria la mayoría de dos tercios. La votación arrojó un resultado de 34 votos a favor (socialistas y comunistas) y veintidós en contra. correspondientes a UCD.