Borg y McEnroe, favoritos en la décima edición del Masters
El sueco Bjorn Borg -veintitrés años- y el norteamericano John McEnroe -veinte- son los favoritos para disputar la final de la décima edición del Masters, que empezará esta tarde, a las siete y media -hora española-, en el Madison de Nueva York, con el partido que enfrentará al español José Higueras y al norteamericano Jimmy Connors. El torneo de los maestros reúne a los ocho mejores tenistas del año. Está dotado con 400.000 dólares -veintiséis millones y medio de pesetas-, de los que 100.000 son para el campeón. Hace dias que ya no hay una sola entrada ni para las semifinales del sábado ni para la final del domingo.
El Masters empezó a jugarse en 1970, y en estas nueve ediciones fue el genial Ilie Nastase el rey del torneo. El polémico rumano ha sido el único que logró el triunfo en cuatro ocasiones - 1971, 1972, 1973 y 1975-, y por ahora nadie parece estar cerca de mejorar la marca. Stan Smith fue el primero en ganarlo, en 1970. Guillermo Vilas (1974), Manuel Orantes (1976), Jimmy Connors (1977)John McEnroe (1978) fueron los otros ganadores. Pese a que se juega en enero de 1980, este Masters corresponde a 1979.Hay que señalar que si el rey de la década de los setenta fue indiscutiblemente Nastase, ahora eclipsado por los años y porque se impone día a día el tenis fuerza al técnico, el récord de apariciones en el torneo de los maestros lo tiene Manuel Orantes, que lo jugó en seis ocasiones, seguido por Nastase, Connors, Vilas, Ramírez y Solomon, que lo disputaron en cinco ocasiones. Orantes ha sido el único tenista español que inscribió su nombre en el historial del más prestigioso torneo mundial. También es de destacar el hecho de que Borg, recientemente designado como el mejorjugador del año 1979 por la ATP (Asociación de Tenistas Profesionales), y que obtuvo el título de mejor del mundo en varias ocasiones, no haya ganado nunca el Masters.
La supremacía de Estados Unidos en cuanto a la aportación de jugadores al torneo se refiere es clara. Doce jugadores norteamericanos intervinieron en el mismo (Connors, Solomon, Ashe, Smi-th, Dibbs, Tanner, McEnroe Gorman, Gottfried, Gerulaitis, Graebner y Richey). Le siguen España (Orantes, Higueras y Gimeno) y Australia (Laver, Newcombe y Rosewall), con tres.
La fuerza y la seguridad del sueco Bjorn Borg, al margen de sus enormes deseos de inscribir su nombre en el Masters, y el tenis completo y pletórico del joven McEnroe parece que harán que sean estos dos hombres los que disputen la final, con permiso de Connors-, que se crece en el Madison. Junto a estos tres nombres hay que decir que no se puede descartar alguna sorpresa, no difícil de producirse si se tiene en cuenta la calidad de los jugadores. Así, en un día en que le entre siempre el primer servicio, Roscoe Tanner podría ganarle a cualquiera. Una jornada inspirada de Guillermo Vilas, que parece haber recuperado la forma, puede protagonizar una sorpresa. Ocurre que el argentino es jugador de pista de tierra. También esta causa deja fuera de todos los pronósticos a Harold Solomon y a José Higueras, de cuya participación se ha informado en EL PAIS en días anteriores. ,
La popularización del tenis en todo el mundo, y de forma especial en Estados Unidos -cinco de los ocho participantes son norteamericanos-, han hecho que la juventud protagonice de forma espectacular este juego. Los ocho tenistas que de alguna manera pueden considerarse los mejores del mundo son una clara muestra. El mayor es Roscoe Tanner, con veintiocho años, y el más joven, John McEnroe, con veinte. Es todo un dato de cómo piden paso los jóvenes, y así, un Guillermo Vilas, un Jimmy Connors o un Harold Solomon son considerados superveteranos con veintisiete años.
Hoy, en la primera jornada, además del encuentro inaugural entre Connors e Higueras, se jugarán también Gerulaitis-Vilas y Borg-Tanner.
Gran triunfo de Navratilova
La apátrida Martina Navratilova -veintitrés años- se adjudicó brillantemente el título femenino al vencer en la final a la jovencísima norteamericana Tracy Austin -diecisiete- por 6-2 y 6-1. Navratilova dejó sorprendidos a los 10.000 espectadores que presenciaron la final en la ciudad de Landover
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