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Euskadi goleó a Bulgaria en un ambiente de fiesta

Como se esperaba, la fiesta del encuentro entre las selecciones de Euskadi y Bulgaria resultó redonda. Se goleó al equipo búlgaro, que no dio la imagen de selección potente, y el colorido de la fiesta vasca -pues sobre todo hay que tomar este encuentro como tal- fue continuo, desde los gritos reivindicativos hasta la euforia final, en la que incluso algunos gritaron: «Bulgaria Euskadi» (los búlgaros llevaban también uniforme rojo, verde y blanco). Si bien es cierto que los gritos y exigencias políticas se hicieron antes de que comenzara el partido, una vez que Sánchez Arminio dio el primer pitido se fueron apagando.Sería en la segunda parte cuando, con los goles, se desató la euforia en los graderíos y, a los gritos de «Euskadi, Euskadi», la selección vasca realizó el mejor juego de la tarde.

Técnicamente, del partido hay poco que decir. Bulgaria no demostró poseer técnica ni tácticas modernas de fútbol. Solamente fuerza física y ligeros matices de apoyo a la jugada. Nada más, que es bien poco a estas alturas. Por su parte, la selección de Euskadi, que según iba logrando goles hacía gritar al público frases contra Kubala, se movía con muchísima rapidez, buenas jugadas y constante peligro para la meta búlgara. Los relevos de la segunda parte, sustituyendo Rojo a Alonso y Marañón a López Ufarte, dieron más mordiente al ataque vasco y así se pudo golear.

Los jugadores de la selección vasca renunciaron a las 50.000 pesetas que tenían de prima, con el fin de sumarla a la recaudación, destinada al apoyo del euskera.

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