La nieve y el frío continuarán hasta Navidad

Durante la madrugada y día de ayer, el frío y la nieve fueron las características en gran parte de la Península Ibérica. En la noche del viernes al sábado, los termómetros marcaron diez grados bajo cero en Navacerrada, seis bajo cero en Madrid (observatorios de Barajas y la Ciudad Universitaria), siete bajo cero en Teruel y cinco, también bajo cero, en Avila y Cuenca. El temporal de nieve se recrudeció ayer por la mañana en León, Lugo y Barcelona. Localidades de diversas provincias continuaban bloqueadas por la nieve. Esto mismo sucedía con la finca El Vilar, en la provincia de Barcelona, donde se encuentra el presidente de la Generalidad provisional, Josep Tarradellas. Durante el día de hoy, habrá nieve y frío en gran parte de la meseta central.El frío se intensificó en algunas zonas donde no es muy usual. Granada tuvo nueve grados bajo cero y Sevilla casi cinco grados, también bajo cero. En la capital sevillana se solidificó a mediodía el agua de lluvia, aunque no llegó a cuajar en nieve.

Aunque en un principio se pensó que la nieve sólo haría su aparición en alturas superiores a los mil metros, hubo nieve también en gran número de provincias de la meseta y, zona norte. Se estima que las nevadas pueden seguir cayendo en alturas superiores a los quinientos metros.

En León eran dieciséis los puertos de carretera cerrados al tráfico. Máquinas quitanieves de Obras Públicas Y de la Diputación Provincial trátaron de abrir paso a las zonas de la parte norte de la provincia. donde numerosos pueblos permanecian incomunicados. Los trenes y los servicios de líneas de viajeros por carretera se vieron afectados, especialmente en la comarca de Riaño. Una situación similar se mantenía en Lugo, donde algunos pueblos aislados tenían alturas de nieve superiores a un metro.

En la provincia de Barcelona la nieve dificultaba considerablemente la circulación. En las zonas de Castelltersol y Montseny nevó intensamente y se temía la posibilidad de que quedaran cortadas las carreteras.

La autopista de Valencia a Barcelona quedó parcíalmente cortada como consecuencia del temporal, que se adentró en tierra y rompió un pequeño muro y la protección de la autopista, lo que hizo muy dificultosa la circulación, ya que se produjeron numerosas colas. Los choques fueron frecuentes y un enorme camión alemán con remolque, cargado de naranjas, volcó violentamente, por lo que toda la mercancía quedó desparrarnada por el suelo.

En la isla de Menorca, un fuerte temporal de lluvia y granizo causó numerosos destrozos. Las bajas presiones hicieron que cayeran casi setenta litros de lluvia en una hora, y en el total de las doce horas que duró cayeron 82 litros por metro cuadrado. El temporal afectó a la red de distribución eléctrica de alta tensión. El servicio de bomberos realizó más de cuarenta salidas. Hubo corrimientos de tierra y desprendimientos en particular en las cuestas que conducen al puerto de Mahón, zona en la que hay numerosos huertos, cuyas cosechas quedaron arrasadas.