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Madrid sólo recuperó una décima parte de lo que jugaba

Madrid recibió solamente mil millones de pesetas en premios, en contraste con los más de 10.000 millones que jugó, aproximadamente el 25% del total de la emisión de billetes. Justamente lo contrario que el año pasado, en que también jugó la cuarta parte de los billetes y recibió el 60% de los premios. En esta ocasión, en Madrid quedó solamente el 3% de los premios.

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Nueve series del tercer premio, diecisiete de los premios cuarto y quinto (ambos de quince millones), 37 de los premios de cinco millones y 65 series de los de dos millones correspondieron a números vendidos en administraciones de lotería madrileñas. En total, 1.005 millones, sin contar las pedreas y los reintegros.

Las nueve series del número 18.396, que trajeron a Madrid 450 millones del tercer premio, fueron repartidas en cuatro administraciones situadas en las calles Alcalá, Toledo, avenida de la Albufera y plaza de Olavide.

Dolores Carbonell, que regenta esta última administración, no sólo fue la que más series del tercer premio vendió (cinco de nueve), sino que además ella misma se quedó con varias que repartió entre familiares y amigos. «Precisamente dos series y media, que han ganado 125 millones de pesetas, se las di a un teniente coronel que se encargó de repartirlas en el Centro de Ayuda para la Enseñanza Militar. El resto lo repartí entre mis familiares, excepto unas 1.050 pesetas que me quedé yo, por lo que me pertenecen 2.625.000 pesetas.» Sin embargo, no todos los agraciados fueron familiares de la administradora de lotería, ya que el portero de la finca en la que vive la señora Carbonell, viuda y con cuatro hijos, jugó, como todas las semanas, aunque en esta ocasión pidió 4.000 pesetas por deseo de sus hijas.

«Diez millones de pesetas, fíjese, y hace seis años estábamos criando lechugas», comenta alegremente la esposa del portero, Sofía Hernández. La noticia se la dio el hijo de la administradora de lotería, cuando vio el número en televisión. Poco después llegaban los representantes de los bancos, que entre pregunta y pregunta de los periodistas intercalaban «que no lo meta a plazo fijo», «que su marido no haga una tontería». El marido, Higinio García, sesenta años, portero desde que llegó de Alcabón (Toledo) en una finca de viviendas militares de la calle Saavedra Fajardo, no está tan hablador como su esposa y sus hijas, Mari Carmen, de veintisiete años, e Inocenta, de veinte, que ahora son millonarias gracias a que pidieron a su padre que les comprara mil pesetas a cada una del número que jugara. este dinero», dice Inocenta, que trabaja en una fábrica de confección de géneros de punto, en tanto su hermana, profesora de EGB, que tiene un hijo de cuatro años y que logró hace tiempo la anulación de su matrimonió, comenta que «tras una mala lotería que me tocó en la vida era hora de que viniera alguna buena».

El tercero de los hijos del matrimonio, Higínio, cabo, de la Policía Nacional, según informó su madre, recibió también doscientas pesetas del tercer premio para las dos niñas que tiene.

Soldados y oficiales, millonarios

Además de a esta familia, 125 millones fueron repartidos por el teniente coronel jefe del Centro de Ayuda para la Enseñanza Militar entre los oficiales y la tropa de este centro. A él le correspondieron 4.500.000 pesetas. También resultaron agraciados dos capitanes, dos tenientes, tres brigadas y treinta soldados, que compraron entre cien y mil pesetas, lo que les hace poseedores de cantidades comprendidas entre las 250.000 y los 2.500.000 pesetas.

«Cada soldado jugó lo que quiso. Incluso la señora de la limpieza, la señora Carmen, que tiene seis chavales, recibirá unos cinco millones de pesetas si no ha repartido con nadie. Como dato curioso, ayer aún sobraban quinientas pes etas que repartimos entre los que estábamos aquí y cada uno puso 55 pesetas; luego vino un teniente de Toledo y volvimos a entregar todas nuestras participaciones para darle las quinientas pesetas, ya que él no tenía nada, con lo que le tocan 1.250.000 pesetas», manifestó el teniente coronel, que no quiso dar su nombre.

La noticia en el centró militar fue dada por uno de los brigadas, que ahora tiene tres millones de pesetas, e inmediatamente se avisó a algunos de los afortunados, aunque la mayoría de los soldados ayer se encontraba de permiso.

Otros cien millones, pertenecientes a dos series premiadas del mismo número, fueron vendidas en la administración número 85, de la avenida de la Albufera, a un vendedor ambulante que se apellida Martín y que en la mañana de ayer no había aún aparecido. De él se sabe que tiene unos ochenta años, está jubilado y que desde hace doce años compra la lotería en la misma administración.

Según informó la. encargada, Carmina Torrejón, el vendedor que ha repartido la suerte en el barrio de Vallecas suele llevarse diez números, con los que hace participaciones de cien pesetas. María Eugenia Sanz Ferreira, administradora de este establecimiento, manifestó que, aunque ellos no se hablan quedado con nada, estaban contentos y esperaban que estuviera muy repartido. En toda la mañana no había aparecido ningún agraciado.

Las otras dos series del tercer premio vendidas en Madrid salieron de las administraciones de Alcalá, 50, y de la calle Toledo, 102. En esta última, repartieron los décimos entre la hija política de la administradora, Manuela Alcíbar; un pescadero del mercado de la Puerta de Toledo, y un quiosco de la ONCE, que se, llevó cinco décimos.

Concepción Molina, invidente y propietaria del citado quiosco, situado en la Puerta de Toledo, manifestó que tanto ella como su hermana se habían quedado con cien pesetas: 250.000 de premio para cada una.

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