El teniente general Vegapaso ayer a la situación B

El presidente del Consejo Supremo de Justicia Militar, teniente general Vega Rodríguez, pasó ayer a la situación B, al cumplir la edad reglamentaria de los 66 años. El presidente del Gobierno despachó ayer con el vicepresidente primero, teniente general Gutiérrez Mellado, y el ministro de Defensa, Agustín Rodríguez Sahagún, en una entrevista que se considera relacionada con la sustitución del teniente general Vega al frente del máximo organismo de la Justicia Militar.

Este militar culto, liberal, procede de una tradicional familia militar. Nació en Ceuta (Cádiz) el 19 de diciembre de 1913. Debido a dificultades y penurias económicas por las que atravesaba su familia, el joven Vega Rodríguez decidió examinarse en la Comandancia de la Guardia Civil e ingresó en dicho cuerpo. Fue destinado a un puesto rural en Moratella (Cádiz), en el término de la finca del marqués de Viana. Mientras tanto, estudió Ciencias Exactas y preparó las oposiciones a la Academia Militar.El 15 de julio de 1936 llegó a Cádiz de vacaciones, viniendo de Madrid. Allí le sorprendió el Alzamiento Militar contra la República. Se presentó en el Regimiento de Infantería de Cádiz número 33 y combatió en dicha unidad hasta el fin de abril de 1937, fecha en que pasó al 111 Tabor del Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Larache. Alcanzó el grado de teniente en 1937.

Cuando la Alemania nazi atacó a la Rusia soviética y Serrano Súñer exclamó en un discurso famoso: «Rusia es culpable», el joven capitán Vega se incorporó a las filas de la División Azul, en la División 250 del Ejército alemán, formada por voluntarios. El 26 de octubre de 1942 regresó a España. En 1961 ascendió a coronel.

Personalidad militar interesado por las humanidades y la cultura en general, estudió dos años de Filosofía y Letras. En la Escuela de Alto Estado Mayor dio clases de Economía de Guerra, Derecho Internacional y Orgánica Militar. En la Escuela Superior del Ejército pronunció una conferencia sobre «La filosofía y el mando militar», donde manifestó por primera vez una opción política liberal.

Como gobernador militar de Ifni cabe destacar su actuación, pues llevó a cabo una evacuación militar sin víctimas ni pérdidas. Entre los cargos importantes que ocupó hay que señalar su nombramiento de gobernador militar de la plaza de Córdoba y coronel jefe del Tercio Sahariano Alejandro Farnesio.

Ascendió a general de división en 1970. Fue designado gobernador militar de Gran Canaria, y más tarde director general de la Guardia Civil. Fiel a su concepción de que un militar no debe limitarse en sus conocimientos, siguió cursos de Estado Mayor y Altos Estudios Militares. Ha sido profesor de Organización en la Escuela de Estado Mayor y profesor auxiliar de Táctica de la Escuela Superior del Ejército.

De esta trayectoria vital se deduce una personalidad culta que ha evolucionado de concepciones totalitarias a otras más liberales y humanas. Posteriormente fue capitán general de la VII Región Militar (Valladolid), jefe del Estado Mayor Central y primer jefe del Estado Mayor del Ejército, después de la reorganización de la cadena de mando militar. Su cese en dicho cargo, por discrepancias con el teniente general Gutiérrez Mellado -vicepresidente del Gobierno- obedeció probablemente a algunas ambigüedades en su actitud política liberal.

Es evidente que el general Vega se oponía a las reformas drásticas del Ejército que propugnaba el teniente general Gutiérrez Mellado.

El 5 de enero de 1978 había sorprendido a todos con un discurso pronunciado con motivo de la Pascua Militar, al elogiar a los generales republicanos Líster y Modesto, lo que provocó la protesta de los militares ultras.

Volvió a sorprender a la opinión pública celebrando una entrevista con el líder de Fuerza Nueva, Blas Piñar. Igualmente, desconcertaron sus declaraciones elogiando al general Atarés.

Opuesto a todo aventurismo militar, se declaró siempre enemigo de toda tentativa de golpe de Estado.

Ante acontecimientos violentos, ha manifestado siempre una ejemplar serenidad. Así, con motivo del asesinato de tres guardias civiles en el País Vasco, manifestó: «Esto no es una guerra particular, porque nosotros anhelamos la paz. »