_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El Atlético experimentó una notable mejoría

El estadio Manzanares registró una asistencia inesperada. Había algo de morboso en el ambiente. Los fieles fueron a lo de siempre, a ver ganar a su equipo; los espectadores ocasionales fueron a ver qué pasaba. Se mascaba la tragedia. En el inicio, parte del público de tribuna se dirigió hacia el palco presidencial. Hubo alguna frase, pero sin que llegara a producirse el griterío. En los pasillos, el tema del día era el vicepresidente de la entidad Santos Campano. Algunos socios opinaban que debía dimitir. Los atléticos de siempre estaban con Luis y el equipo. El equipo le brindó su primera victoria casera al dimitido Víctor Martínez. Y al entrenador, para quien el intermediario socio de Calderón y Santos Campano ya tiene en cartera más de un nombre.El Atlético que batió al Zaragoza, fue muy distinto al de anteriores encuentros. Jugó mucho más que en todas las ocasiones anteriores y todos sin excepción pusieron de su parte el máximo esfuerzo por imponerse al rival.

El Atlético pudo serenar su juego probablemente porque antes de que se cumpliera el cuarto minuto ya había logrado su primer gol, gracias a la diabólica trayectoria que adquirió la pelota al salir del pie de Quique. Con ventaja en el marcador, el Atlético intentó reencontrar aquella vieja fórmula del contraataque que tantos triunfos le proporcionó.

Hay un cambio sustancial en este Atlético casi renacido: Dirceu. El brasileño no es una vedette, no es el jugador que sorprende en un par de jugadas cada tarde. Dirceu es un jugador eficaz, un peón soberbio para el conjunto, un hombre que trata de justificar su fichaje en cada instante. Fue, el domingo, durante la mayor parte del tiempo, un prodigio de colocación. Pelotas perdidas por el contrario fueron a parar a sus pies, centros bien intencionados fueron cortados por él, gracias a su intuición. Dirceu, además, presionó a los contrarios siempre y ello no sólo le permitió robar muchos balones, sino que sus adversarios se vieron en la obligación de soltar la bola en malas condiciones.

El Atlético inició el encuentro sin hombre en la banda derecha. Cargó sus penetraciones sobre la banda contraria, lo que produjo también una descompensación defensiva zaragozana, al pasar Casuco a marcar a Rubio y adelantarse Lasa hacia la zona de Bermejo. Se jugó el primer tiempo por parte de ambos contendientes sobre la banda de tribuna y, por ese lado, se trenzaron los mejores contragolpes.

Con la euforia del primer gol, el Atlético buscó con afán asegurar la victoria, y Bermejo y Rubén Cano, éste por partida doble, tuvieron claras ocasiones de gol. Irazusta en sus salidas estropeó las acciones rojiblancas. La segunda de Rubén tuvo suspense porque tiró a la salida desesperada de Irazusta, y la pelota salió cercana a un poste. La mejor ocasión, sin embargo, la desperdició Pichi Alonso. Lasa le dio el pase de la muerte y a puerta semivacía remató el castellonense fuera. Un gol de libro que no llegó al marcador.

Influyó la lesión de Antich

No se rindió el Zaragoza en el segundo tiempo, pese a que perdió a Antich, su mejor hombre, en una jugada en la que Robi le dejó el pie en semiplantillazo. Con dos goles en contra, tuvo el Zaragoza la ocasión de marcar en el disparo de un libre directo que acertó a tocar Aguinaga, con la fortuna de que el balón fuera repelido por el larguero. El Atlético, aunque impreciso en muchos de sus pases, sobre todo por parte de Robi, logró crear jugadas de buena concepción. El centro del campo, aunque Leal acusó baja forma física se impuso netamente y tuvo clara visión para lanzar balones al hueco por donde podían penetrar Rubén y Rubio -después, Marcos-, siempre apoyados por Dirceu, Pereira, esporádicamente; Bermejo -luego, Guzmán- y hasta Ruiz, que fue el afortunado autor del tercer tanto.

El Atlético del domingo mostró una notable mejoría. Fue lo más importante del partido. El Zaragozá, peor que en el Bernabéu.

Aunque siempre resulta aventurado hacer alguna predicción respecto al Atlético, no es descabellado pensar que la recuperación definitiva se ha iniciado. La lesión de Bermejo, que obligó a Luis a recomponer la alineación en el segundo tiempo, fue suplida quizá con más eficacia que nunca por Guzmán. Titulares y suplentes salieron el domingo insuflados de un nuevo ardor.

En medio de la crisis atlética ha habido un hecho a considerar: la piña que los jugadores han formado junto a Luis. El domingo mostraron todos unos afanes casi desconocidos. Los jugadores rojiblancos actuaron con auténtica responsabilidad.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_