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El Mundial-82, en el Parlamento

Ayer vimos por la tele el partido de interés nacional. Hoy vuelve a la actualidad el ministro Clavero, que, en la Comisión de Cultura de las Cortes, explicará los pormenores de la organización del Mundial-82. Clavero se ha tomado en serio su papel de ministro del Deporte. Hace meses concedió a Málaga una sede del Mundial y el domingo nos dio partido por la tele. Es el mejor futbolista de la UCD, partido que solamente contaba con un internacional, Juan Sabater en hockey sobre patines, deporte del que salió el futuro presidente del Comité Olímpico Internacional, Juan Antonio Samaranch, también adscrito hoy al partido del Gobierno.

Los equilibrios político-deportivos que estamos haciendo en este país son más que notables. Clavero quiere ganarse al personal para UCD a base de partidos televisados; Samaranch quiere ganarse el COI complaciendo a la URSS y a China Popular; Felipe González, por segunda semana consecutiva, ha estado en un, palco futbolístico, para congraciarse con las populares hinchadas del Rayo y Atlético. Le queda por visitar Chamartín, pero tiene por delante un mal precedente: el vacío que le hicieron en la Casa Blanca a Tierno, que como alcalde quiso presidir allí un partido.Clavero expondrá ante la Comisión de Cultura el panorama futuro que ofreció a Felipe González en la conversación que sirvió para calmar la tempestad mundialista desatada por el colectivo de deportes del PSOE. Clavero deberá explicar en las Cortes, entre otras cosas, que el Mundial tiene dos presupuestos: uno, el que controla la FIFA y del que participan todas las selecciones finalistas, y otro, el estrictamente español, cuyos fondos son también exclusivamente españoles. Respecto al primero está todo claro porque forma parte de la propia estructura de este tipo de campeonatos. El segundo es aquel que proviene de los ingresos por loterías y quinielas extraordinarias, acuñación de monedas y otros ingresos no sujetos a los presupuestos internacionales. El reparto de los beneficios del primer apartado se hará de acuerdo con los porcentajes establecidos; los beneficios del segundo corresponderán al Ministerio de Hacienda. El Consejo Superior de Deportes y la Federación Española deben estar al margen de estos dineros. El propio Clavero, verbalmente, se ha comprometido a no caer en la tentación de entregar los beneficios españoles a los teóricos organizadores.

Juan Antonio Samaranch, que tampoco está al margen del Mundial, ha sabido estar en España durante la visita de Gromiko, la celebración de una reunión del Comité Organizador del campeonato futbolístico y la conquista del título europeo de hockey sobre patines, deporte en el que hizo sus primeras armas como dirigente. En estos momentos también se encuentra de gira preparatoria por este país la selección de hockey sobre hierba de China Popular. Samaranch no descuida sus relaciones para su posible elección como presidente del Comité Olímpico Internacional. Los chinos hicieron famosa la diplomacia del ping-pong y Samaranch se está ganando los votos con la ayuda de otras bolas. El embajador en Moscú le sacó en su tiempo su buen rendimiento a las de Tito Mas y Santana y posteriormente usó el pelotón de Luyk.

En estos momentos Samaranch solamente tiene en contra ese anuncio de lord Killanin de aplazar la elección para 1981, en Baden Baden.

Samaranch está en el Comité del Mundial-82 para mantener constantes relaciones con Joao Havelange, presidente de la FIFA, cuyos votos pueden ser el gol de la victoria en el último minuto.

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