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Los musulmanes celebraron la Fiesta del Cordero

La festividad católica de Todos los Santos coincidió ayer con la celebración del Día del Cordero, fiesta clave en el calendario musulmán y tradicional día de cita familiar en el mundo islámico. En el vecino Marruecos se calcula que han sido sacrificados dos millones de corderos; muchos de ellos, de procedencia española.Entre tanto, a primeras horas de la mañana de ayer, en las mezquitas españolas los musulmanes se reunían para recitar las unidades de oración recomendadas para estas Fiestas.

En la calle de Eugenio Caxes, de Madrid, la Comunidad- Musulmana de Españoles se entregaba a los rezos a las nueve de la mañana.

Entre el largo centenar de asistentes se encontraban los embajadores de Indonesia, Irán, Pakistán y Turquía. «Es muy corriente ver aquí Mercedes con matrícula diplomática», comenta una vecina de la calle de Antonio López, acostumbrada a la presencia de los diplomáticos frente a las tapias que encierran la factoría Telefunken de Madrid.

La mezquita de la calle de Eugenio Caxes es un modesto piso bajo, con puertas a la calle, de menos de cien metros cuadrados. Las paredes y el suelo están cubiertos de modestos tapices, y a la entrada hay un estante donde los fieles dejan sus zapatos; dos pupitres escolares y una mesa de formica.

El tradicional patio de las abluciones queda reducido en

esta mezquita a un pequeño cubículo de unos dos metros cuadrados, con dos piletas y una ducha de teléfono, rodeadas por una cortina de plástico de las que se utilizan para los cuartos de baño. Detrás de los tapices queda el modesto empapelado con el que los antiguos inquilinos cubrieron las paredes. Unas vigas maestras han sido pintadas de rojo y otras de amarillo.El dinamizador de la Comunidad Musulmana de Españoles, que se vio ayer visitada por tan importantes representantes diplomáticos musulmanes, es un maduro periodista valenciano que se convirtió al Islam, después de «una selección de religiones», hace ahora veintisiete años. «Lo que me decidió a hacerme musulmán», dice Alvaro Machardom Comíns, «fue la shura 112 del Corán, que dice: "Dí: Dios es único / Dios es eterno / no engendró, ni fue engendrado / y nadie es semejante a El". »

En Madrid hay, al menos, tres mezquitas; aunque este nombre tan ampuloso valdría también para describir las decenas de habitaciones que los musulmanes residentes en España guardan exclusivamente para la celebración de sus cultos.En mezquitas como la de Eugenio Caxes, chiitas y sunnitas se unen en los cultos. «Las columnas que sustentan el Islam (testimonio, oración, limosna, ayuno y peregrinación) son iguales para todo el Islam», aclara Alvaro Machardom.

La Fiesta del Cordero de ayer hizo recordar a muchos musulmanes residentes en España los problemas con que se encuentran a la hora de sentarse a la mesa. Al contrario que en la mayoría de las ciudades europeas, en España no hay ningún carnicero que sacrifique los animales según dictan los preceptos islámicos. A falta de corderos bien degollados, los musulmanes españoles pudieron elegir ayer cualquier otro animal doméstico no impuro, al alcance de su economía y circunstancias. «Da igual que sea una gallina, que un camello; cada uno sacrifica lo que puede», dice Alvaro Machardom.

En los días pasados, los transbordadores que unen Algeciras con Ceuta se han visto llenos de marroquíes que volvían temporalmente de la emigración europea para celebrar la festividad en su casa.

Los musulmanes de España (españoles y extranjeros) se encuentran con problemas de reconocimiento. Ahora preparan su primer congreso. «Tendríamos mucho que reivindicar. Ahora que partidos y sindicatos piden sus antiguas sedes, ¿por qué nosotros no podemos pedir la mezquita de Córdoba, que fue levantada con dinero de musulmanes?», dice uno de ello

s.

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