Vuelven los mínimos

El inicio del presente ciclo semanal ha deparado a los habituales la relativa sorpresa de un nuevo mínimo anual en el valor del índice general, que, por otra parte se espera no sea el último en la presente tanda, a la vista de los débiles cierres apreciados.El peor ambiente que se observaba en da semana se incrementó, hasta el punto de da semana se incrementó hasta el punto de que en la de ayer ninguno de los siete grandes marcaba cambio en el mercado madrileño, ante la enorme desproporción entre la oferta, que en algunos casos alcanzaba los 180.000 títulos, como era el caso de Banesto, y la escasísima demanda, mientras dedicaban sus esfuerzos a conseguir los menores deméritos posibles en la Bolsa de Bilbao, que por su mayor grado de libertad y menor envergadura de negocio permitía su acción.

No obstante, la oferta daba inequívocas muestras de rigidez, y en general correspondía a órdenes de venta «por lo mejor», como hace suponer el hecho de que el Bilbao, subiendo cinco, tenía 57.900 títulos a la venta, mientras que al cambio propuesto, esto es un 3% por debajo de su última cotización, el saldo vendedor se elevaba a 55.800 títulos. Estas muestras de escasa elasticidad generalmente suelen acompañar a las circunstancias en las que las órdenes se introducen «infladas», por cuanto significan unos deseos sin medida de vender.

Del resto del mercado poco se puede contar. En general, acompañó en su caída a los bancos.