_
_
_
_

Vuelven las bajas a los mercados españoles

A la hora de efectuar un rápido balance del comportamiento de la Bolsa en el pasado ciclo semanal, lo primero que llama la atención es el corto número de valores que reflejan diferencias positivas en relación con el cierre anterior. También resulta significativa la paralela y progresiva regresión de los volúmenes de negocio y actividad desarrollados en los corros.Los temidos y esperados reajustes técnicos en los valores que habían experimentado comportamientos más favorables en la anterior tanda se produjeron en ésta, y si entonces la discreta demanda de valores eléctricos había sido capaz de contener los deseos vendedores, la aparición de cantidades de cierta consideración de papel para valores muy significativos (eléctricas, Explosivos y Galerías) produjo un ambiente de desasosiego que tenía su rápido reflejo en una inmediata retirada de la demanda. Posible mente, y si nos atenemos a los comentarios de los tradicionalmente mejor informados, llegaríamos a la conclusión de que el origen de este papel se encontrarían en la liquidación de algunas carteras que estaría llevando a cabo un grupo bancario de primera línea.

Esta circunstancia tenía una especial incidencia en el comportamiento general del mercado, pues el mejor ambiente del que la Bolsa disfrutó en jornadas anteriores se debió, fundamentalmente, a la corriente compradora de la que disfrutaron las eléctricas, y que ahora se veía truncada. Así, los nervios volvían al salón de contratación, y los bancos, los valores menos favorecidos por el dinero últimamente, veían rápidamente multiplicados sus saldos vendedores, hasta superar los 200.000 títulos a la venta, sólo para los siete grandes, en las dos últimas reuniones. La cobertura de la oferta, que a lo largo de toda la semana sólo fue parcial, en estas dos sesiones se redujo a porcentajes que oscilaban entre el 20% y el 30%.

Los valores eléctricos, por tanto, vieron asimismo acentuados sus síntomas de debilidad a medida que se acercaba el fin de semana, mientras que los últimos intentos compradores que se observaban al cierre del jueves se diluían como un azucarillo en agua.

Un grupo que sorprendió a los especialistas, por su orientación decididamente positiva, fue el de siderúrgicas. (+ 1,45), si bien esta reacción se debió, fundamentalmente, a la evolución alcista del subsector del automóvil, pues los «hierros» propiamente dichos continuaban señalados por el papel, hasta el punto de que Tubacex, con independencia del momento particularmente difícil por el que parece estar pasando, experimentaba una pérdida acumulada del 23,15 %, mientras el jueves, y sólo en el mercado madrileño, tenía unos 20.000 títulos a la venta...

Otra circunstancia que contribuyó notablemente a enfriar los ánimos fue la confirmación de la próxima emisión de deuda pública, por un importe de 50.000 millones de pesetas. La noticia, aunque conocida oficiosamente, impactó a los habituales, máxime al verse acompañada por la publicidad de una emisión de Renfe de 3.000 millon es, al i 14,25 %!, en cinco años.

Con noticias como éstas no es de extrañar que el tambaleante mercado de valores español se venga abajo, y que cada vez cueste más pedir a los sacrificados ahorradores su concurrencia y la de su dinero al parqué.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_