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El Año Intemacional del Niño / y 2

La retransmisión que este próximo sábado efectuará TVE desde el Real Club de Tenis de Barcelona, con ocasión del Trofeo Conde de Godó, tenía que emitirse forzosamente en el único hueco horario que lo tolera: la programación infantil de las doce de la mañana. Hecho que confirma otra vez el menosprecio de los niños.Si los productos de merchandising derivados de dibujos animados y telefilmes van destinados a una clientela exclusivamente infantil, se puede decir lo mismo de los personajes de carne y hueso, españoles, italianos o suramericanos que han hecho su agosto en TVE. Torrebruno explota su personal imagen promovida a través de la pequeña pantalla, y TVE es capaz de convertir en payaso de circo a un personaje fuera de época que ni es capaz de entretener a los niños -por algo han suspendido la deleznable Locomotora-, ni de hablar castellano con corrección y sin afectación de voz y gestos. Torrebruno programa al aire libre sus espectáculos televisivos, se compra una carpa y hace pagar a los niños precios abusivos. Enrique y Ana, promovidos en todos los programas de TVE, intervienen también en el circo, como atracción especial, al mismo tiempo que venden publicidad para los niños en los spots de TVE. Enrique y Ana, convertidos en número circense, dañan además la imagen de profesionalidad y el respeto que se merece el circo. En menor medida, pero sobre todo después de la llorada desaparición de Fofó, los Payasos de TVE ya no tienen un repertorio que resista las exigencias de calidad, entretenimiento y pedagogía de un programa infantil a través de TVE, a fuerza de imponer los mismos chistes, canciones y gags durante más de veinte años de shows en las televisiones latinoamericanas.

Las televisiones comerciales admiten que la publicidad financie los programas infantiles. En Estados Unidos un niño recibe ocho minutos de publicidad por cada hora de programa infantil. Si TVE tiene una hora diaria de programación infantil, el total de la publicidad destinada a los niños, o que de alguna manera explota al niño como protagonista del spot para persuadir a los padres de que compren un determinado producto, el porcentaje comparativo con las grandes cadenas norteamericanas debe de ser muy aproximado cuando no superior, en TVE. Si en Estados Unidos, organismos ciudadanos, como la Federal Trade Commission, o movimientos ciudadanos de consumidores, como la Action for Children Television, pugnan para que se suprima totalmente la publicidad directa para niños menores de doce años, o se prohiba la de dulces y productos muy azucarados para menores de doce años, así como se pide fomenten mensajes que promuevan una buena nutrición, si todo esto sucede en televisiones que producen y emiten programas exclusivamente financiados por la publicidad, ya es hora de que esta única televisión estatal ponga fin, al menos, a la publicidad deshonesta. A la que anuncia todo tipo de juguetes presentados con la falsa imagen de automatismo y trucados con el único fin de engañar al niño. O la de esos otros productos cuyo mensaje es un evidente desprecio a la alimentación natural: los derivados de cacao anuncian que la leche no puede beberse si no es con el correctivo y ayuda de unas cucharadas de chocolates y similares.

TVE, por otra parte, no emite programas especializados, sino que considera a los niños como audiencia indiscriminada de dos años en adelante. Entre los programas educativos se cultiva casi exclusivamente un área de conocimientos, la música, y fomenta, con el sistema de los rombos, más la disgregación de la familia que la unidad. Los rombos se aplican a imágenes de connotaciones eróticas, mientras que las violencias y todo tipo de crímenes tienen carta blanca en los programas o en los horarios infantiles.

Carlos Granados, subdirector de programas infantiles de TVE desde el pasado mes de julio, manifestó a EL PAÍS: «Tenemos problemas urgentes y más graves que conmemorar el Año Internacional del Niño. Nuestra intención es mejorar desde el punto de vista pedagógico y estético la programación, buscar nuevos telefilmes y transformar los programas propios que ahora se emiten. Por ejemplo, no queremos que El mundo de la música se convierta en un espacio de promoción o abunde en protagonismos personales.» El señor Granados añadió que TVE estudia actualmente un nuevo esquema para el próximo año, y que está concluyendo la producción nacional de 65 episodios de veinticinco minutos de Barrio Sésamo. Serie que estaba previsto producir hace tres años a partir de la patente americana. En relación con el Año Internacional del Niño, el subdirector de programas infantiles informó que TVE colaborará con otras once televisiones en un proyecto de la Unesco sobre la Declaración de los Derechos del Niño. El programa de TVE, dirigido por Pascual Cervera, se titula provisionalmente Cuando el pájaro aletea, y muestra las salidas profesionales y estudios que puede afrontar un niño al finalizar la educación primaria.

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