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España debe destinar más fondos públicos a programas de ahorro energético

El director ejecutivo adjunto de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), J. Wallace Hopkins, calificó ayer de «insuficientes» los fondos públicos que España destina a programas de conservación de energía y aconsejó un incremento en los precios del fuel como mecanismo para reducir el consumo de petróleo.

En una conferencia sobre el tema «La conservación de la energía en la industria en la AlE», pronunciada en la sede del Instituto Nacional de Industria (INI), en Madrid, el señor Wallace presentó, sin embargo, una impresión favorable del Programa Energético Español (PEN) y señaló que esperaba que este plan ayude a resolver estas dos cuestiones que, a su juicio, son contraproducentes en la política española de conservación de energía: la falta de fondos destinados a este objetivo y los bajos precios de algunos productos petrolíferos.El director adjunto de la AIE también se refirió a la reciente estancia en España de un equipo de investigación de la Agencia, que analizó los actuales programas de conservación de energía en nuestro país. Según el señor Hopkins, las conclusiones del equipo resaltan la imperiosa necesidad que España tiene de hacer un uso eficiente de la energía nuclear.

En este sentido, el señor Hopkins hizo suyas las conclusiones de este equipo y señaló que es «indispensable» que el programa nuclear español se lleve a cabo tal y como había sido planeado. También hizo hincapié en la necesidad de que se facilite la adecuada financiación al sector industrial para que inicie un auténtico programa de ahorro energético.

«Tengo entendido», dijo el director adjunto de la AlE, «que España tiene unas metas muy ambiciosas en cuanto a crecimiento económico en los próximos años. Esta oportunidad es inmejorable para que, en las necesarias inversiones. industriales para conseguir este objetivo, se tengan en cuenta los programas de conservación energética y, por dicha razón, se inviertan en equipos y bienes lo suficientemente eficientes en cuanto a consumo de energía. »

Respecto a la situación mundial, el señor Hopkins señaló que el panorama energético mundial será en 1980 muy similar al de este año. «Es un momento delicado y es la hora de hacer las previsiones aconsejables para que, en un futuro próximo, el petróleo no siga condicionando nuestras necesidades energéticas.»

En opinión del conferenciante, los próximos diez o quince años serán decisivos en lo que se refiere al desarrollo de la energía nuclear y, a su juicio, será fundamental para las necesidades de crecimiento mundial que las actuales centrales nucleares en funcionamiento no dejen de hacerlo. «Los niveles de crecimiento económico necesitan unas cantidades de energía que no son posibles sin la utilización de energía nuclear. »

En cuanto a los planes de ahorro energético dentro de los países que se engloban en la AlE, su director adjunto señaló que los de la OCDE ya se han comprometido a reducir en un 5% su consumo energético, aunque estimó que estas metas son muy ambiciosas. No obstante, añadió, que de lo que se trata es de reducir la cantidad de energía que antes se pensaba utilizar.

El señor Hopkins reconoció que cada país ha adoptado medidas diferentes en cuanto a conservación de la energía. Dijo, en este sentido, que las diferentes políticas eran comprensibles y aconsejables, ya que cada país padece unas circunstancias y condiciones económicas diferentes.

«Están equivocados», añadió, «aquellos que señalan que, por ejemplo en España, donde las necesidades de crecimiento son una prioridad, no es necesario adoptar políticas simultáneas de ahorro energético.» Por último, el señor Hopkins señaló que el crecimiento y el ahorro energético no están reñidos, sino todo lo contrario.

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