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Mata a tres parientes en Vallecas y se suicida a lo bonzo en su casa de Zamora

Los cuerpos de tres personas asesinadas a hachazos fueron descubiertos, a primeras horas del domingo, en el segundo piso de una vivienda de la calle de Antonio Folgueras, en el barrio de Vallecas. Las víctimas son Miguel Barrios Curedo, de 68 años;. su esposa, Pilar Rodríguez Lorenzo, de 55, y la hija de ambos, María del Pilar Barrios Rodríguez, de veintidós. El probable autor del crimen, Antonio Lorenzo Rodríguez, de 48 años, casado y con seis hijos, primo de Pilar Rodríguez, se había suicidado, incendiando su casa en la localidad de Monterrubio, provincia de Zamora, unas horas antes de que los cadáveres fueran descubiertos.El viernes por la mañana, uno de los vecinos de la vivienda creyó oír un golpe seco y un breve grito de mujer en un piso contiguo, pero no llegó a pensar que aquellos ruidos pudieran ser indicios de ninguna tragedia. Como los otros habitantes de la casa, tenía vagas referencias «de un familiar de los Barrios que residía en un pueblo de Zamora y que hacía frecuentes viajes a Madrid; por lo visto, solía hospedarse en esta casa ». La presencia de Antonio no había suscitado sospechas de alguna relación especial con los habitantes del piso.

Pero algo había comenzado a ir mal entre ellos. Desde hacía algún tiempo, Antonio mantenía relaciones con María Pilar; los vecinos más allegados a la familia sostienen la hipótesis de que los padres de la joven desaprobaban las relaciones entre ambos, opción que se da por cierta en medios policiales. En todo caso, la situación debió parecerle insostenible a Antonio el pasado viernes. En cualquier caso, se ha sabido también que el supuesto asesino padecía de una embolia cerebral.

La acción del crimen debió de ser muy rápida. Una vez en casa de las víctimas, y después de una presumible discusión, enarboló un hacha y atacó a los padres de su novia en el salón. María Pilar murió sobre su cama. Posteriormente, Antonio Lorenzo se desplazó a Monterrubio. Ya en su propia casa, y decidido a suicidarse, eligió para sí un final incendiario: en los próximos minutos ardería junto a sus pertenencias más próximas. Casi inmediatamente, los vecinos de Monterrubio tuvieron que movilizarse para apagar un fuego. Por fin, los restos calcinados de Antonio aparecieron entre las ruinas.

A partir de entonces, y durante todo el sábado, los amigos de Antonio en Monterrubio trataron de localizar a sus familiares en Madrid. Uno de ellos disponía de una dirección y un número de teléfono: «Calle de Antonio Folgueras, Vallecas.» Marcó el número muchas veces, pero nadie descolgaba el auricular.

A las nueve de la mañana del domingo, y después de varias horas de ansiedad en la casa, la policía descubría los tres cadáveres.

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