El PSOE califica de maniobra coacitiva la actitud de Saporta
El Partido Socialista Obrero Español hizo público ayer un comunicado en el que manifiesta que el Mundial del 82 debe celebrarse, critica la labor realizada hasta ahora por Raimundo Saporta -al que acusa de intentar una maniobra coactiva- y manifiesta su intención de participar en la organización de un acontecimiento que afecta a todos los españoles.
El PSOE comienza su nota señalando que «considera ineludible la celebración del Mundial, aun reconociendo que el momento económico por el que atraviesa el país no es el más adecuado. Y añade « La organización de un campeonato mundial es un tema que se escapa plenamente del ámbito deportivo, debido a la fortísima inversión que requiere. El presupuesto de dicha inversión es financiado con las aportaciones de todos los contribuyentes, por las vías de los impuestos estatales y municipales».En su punto tercero, el PSOE expresa que «la FIFA, una entidad privada, es la organizadora del Mundial, por cuyo concepto percibirá el 75% de los beneficios brutos del mismo. Para el país anfitrión, en este caso España, queda tan sólo el resto, es decir, el 25 %, con lo que se garantiza el lucro de una entidad privada extranjera -FIFA-, que no arriesga nada. Debido a todo lo expuesto, el mal llamado real comité organizador no es, por tanto, un «comité organizador», sino que, por el contrario, se trata de un «comité de planificación de inversiones y de apoyo estatal» al verdadero comité organizador deportivo, o sea, la FIFA.
«A pesar de todo ello y de las constantes denuncias del PSOE, a pesar de que estos hechos han sido ocultados por el señor Saporta y por el Gobierno de UCD, estimamos que el Mundial es de todos los españoles y así lo entendió, en cierta ocasión, la propia Federación, cuando reconoció que el tema superaba sus propias posibilidades y competencias. Deben, por tanto, los municipios, los entes territoriales autonómicos y la Administración central, ser los responsables coasociados de la planificación de inversiones y del apoyo estatal al verdadero, único y oficial organizador deportivo, la FIFA.» Mediante esta fórmula, quedan perfectamente separadas y definidas todas las competencias. La FIFA garantiza su éxito económico y la no injerencia de la política en el deporte. Mientras, el "comité Saporta-UCD" no planifica las inversiones y basa su actuación en un intervencionismo sobre los municipios, para quienes reserva el papel de «convidados de piedra».
En su punto sexto, el PSOE califica de maniobra la actitud de Saporta para salir fortalecido, y su decisión tomada más que por las presiones del PSOE por la falta de atención y presupuestos a que le ha sometido el Gobierno de UCD. En el séptimo se sale al paso de la acusación de Saporta al PSOE de intentar politizar el Mundial, afirmando que los cinco cargos deportivos de su comité, como los restantes veintiún representantes de los diversos ministerios, que también son vocales de dicho comité, responden a altos cargos políticos de la Administración del Gobierno UCD o de empresas estatales, sin haber ningún representante elegido por los municipios ni de los entes autonómicos. Así lo reconoció hace unos días el propio Congreso de los Diputados cuando aprobó la propuesta de la Minoría Catalana. Aprobación que parece haber sentado muy mal al señor Saporta. La politización parte del Gobierno y de Saporta, quienes pretenden monopolizar la planificación y la inversión.
El punto octavo hace referencia a las pretensiones del PSOE, en el sentido de olvidar toda improvisación, lograr una organización transparente y garantizar que la elevadísíma inversión pública tenga un aprovechamiento popular. En el noveno, el PSOE afirma que no existe un plan de gobierno a dos años vista que asegure las contrapartidas en infraestructura a las ciudades; tampoco un presupuesto ni siquiera aproximado; que la mascota comercial (Naranjito) y el logotipo oficial han sido por todos criticados; que el número de sedes es alto en contraste con otros campeonatos. Para contentar a todas las ciudades y a la FIFA, el señor Saporta ha resuelto el problema a costa del contribuyente español, ya que el aumento de equipos supone un desembolso suplementario de 1.500 millones de pesetas.
El PSOE considera intolerable cualquier amenaza, velada o directa, por parte del Gobierno y dirigida a las actuales ciudades-sedes, hecho éste más propio de los regímenes totalitarios y dictatoriales que de las democracias constitucionales. Se condena enérgicamente las manifestaciones ostentosas y coactivas del secretario de Estado para la Información. El PSOE no obstruye ni boicotea el Mundial, sino que cursó una propuesta formal a los interlocutores del Gobierno, propuesta que no ha sido contestada.
Salamanca, suplente
Por otro lado, los directivos del Salamanca han solicitado a Pablo Porta, según informa María del Mar Rosell, que tenla en cuenta la ciudad para ser subsede del Mundial, en caso de que se revoque la candidatura de alguna de las seleccionadas. Sin embargo, el Ayuntamiento de la ciudad, ni siquiera ha considerado por el momento esta posibilidad.
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