Respeto a la Constitución en la nueva fórmula de juramento a la bandera

El proyecto de ley por el que se propone transformar el juramenteo a la bandera trata, fundamentalmente, de respetar la conciencia de quienes están obligados a prestarlo, evitando la exclusividad de la fórmula anterior pensada para personas creyentes y que profesasen la religión católica.El proyecto de ley propone esta fórmula de juramento:

«¡Soldados!», o el grado militar de quienes juren. «¿Juráis por Dios, o por vuestro honor, y prometéis a España, besando con unción su bandera, obedecer y respetar al Rey y a vuestros jefes, no abandonarles nunca y derramar, si es preciso, en defensa de la soberanía e independencia de la patria, de su integridad territorial y del ordenamiento constitucional, hasta la última gota de vuestra sangre?»

Quienes juren contestarán: «¡Sí, lo juramos!». Y, a continuación, se introduce otra novedad significativa. Hasta ahora era el capellán castrense quien respondía y formulaba la advertencia de incumplimiento, con lo que se subrayaba el carácter estrictamente católico del juramento. Mientras que ahora será el mismo jefe militar que haya pronunciado la fórmula quien contestará: «Si así lo hacéis, la patria os lo agradecerá y premiará, y si no, mereceréis su desprecio y su castigo, como indignos hijos de ella». En esta contestación desaparece también cualquier referencia a la divinidad.

Con todo ello, se garantiza la posibilidad de jurar por Dios o por el honor, y con ello el principio de libertad religiosa consagrado en la Constitución; se introduce el compromiso máximo y explícito de obedecer y respetar al Rey, y se formula el juramento de las misiones esenciales que la Constitución encomienda a las, Fuerzas Armadas en su artículo 8º, es decir: la defensa de la soberanía e independencia de la patria, de su integridad territorial y del ordenamiento constitucional.