Ningún incidente durante las cuatro horas que duró el paro en Renfe

Durante cuatro horas permanecieron parados ayer los trenes, excepto en Asturias, en respuesta al llamamiento realizado por el comité de empresa de Renfe a los trabajadores, en defensa de la revisión salarial y del cumplimiento del convenio colectivo vigente. La paralización transcurrió sin ningún incidente, observándose un desplazamiento de los usuarios de trenes de cercanías hacia los servicios anteriores y posteriores al período anunciado de paro.

De los cien trenes de largo recorrido que tenían que circular entre las ocho de la mañana y las doce del mediodía de ayer, tiempo previsto para el paro, la empresa había suprimido previamente, por razones de seguridad, la mitad de ellos. El resto, a la hora del inicio de la huelga, se detuvo en las estaciones más próximas hasta después de las doce del mediodía.Por lo que respecta a los trenes de cercanías, se había suprimido la circulación de los mismos durante el período previsto de paro. Sin embargo, y para atender a la mayor afluencia de usuarios en las horas previas al inicio del paro, Renfe reforzó los servicios de cercanías, que circularon en las horas anteriores hasta el punto de duplicar y hasta cuadruplicar, caso de Barcelona, la composición de estos convoyes.

En líneas generales, según fuentes del comité de empresa, el paro fue secundado por más del 95% de los trabajadores. La empresa, por su parte, estimó que el paro fue total en circulación, aunque haciendo la salvedad de que la paralización, de los trenes impide conocer con certeza quiénes participaron voluntariamente en la huelga y quiénes no pudieron trabajar a consecuencia de la propia paralización. En talleres, siempre según fuentes de la empresa, el paro fue secundado por el 80% de la plantilla, y en los servicios administrativos, por un 55% o un 60%.

Este paro, que es el tercero que se produce en Renfe en los últimos dos años, ha sorprendido menos a los usuarios, que, en líneas generales, modificaron sus horarios de viaje para evitar el paro o soportaron los retrasos derivados del mismo con resignación.

En Asturias funcionaron los trenes con normalidad, ya que el comité de empresa de Renfe, en atención a la grave situación de desabastecimiento provocada por la larga huelga del transporte por carretera, había desconvocado el paro.

Motivos de la huelga

El comité de empresa de Renfe ,exigió de la dirección el cumplimiento de la revisión salarial prevista en el convenio, al haber superado el índice de precios al consumo en el primer semestre el 6,5% fijado como tope por el Gobierno. Frente a esta pretensión, la dirección de Renfe plantea que ha consultado a los organismos competentes y que los mismos han confirmado que la empresa se encuentra afectada directamente por el decreto gubernativo del mes de agosto, que excluye de la revisión salarial a aquellas empresas que percibieron subvenciones públicas para cubrir déficit de explotación.

Los trabajadores contraargumentan que con motivo de la firma del convenio vigente, que tuvo lugar el 16 de enero, el propio vicepresidente económico del Gobierno, Fernando Abril, reconoció las peculiaridades de Renfe, y en base a los costes sociales que soportaba su explotación se excluyó a esta empresa del cumplimiento del tope del 11% fijado por decreto para incrementos salariales en las empresas del sector público.

En esta ocasión, sin embargo, el vicepresidente Abril ha manifestado a dirigentes sindicales que el Gobierno no iba a transigir en el incumplimiento por Renfe del decreto de revisión salarial de agosto y que no había lugar a nuevos incrementos. El titular de Transportes, con anterioridad, se había mostrado dispuesto a llevar el asunto a la Comisión Delegada de Asuntos Económicos.

Fuentes de los trabajadores, en conversaciones con EL PAIS, insistieron en su voluntad negociadora y explicaron que, incluso en ese tema, podrían encontrarse fórmulas del tipo de una única paga compensatoria procedente de alguna de las partidas económicas previstas y no gastadas por Renfe.

Las restantes divergencias dirección-trabajadores se refieren al cumplimiento del convenio vigente. Los trabajadores acusan a la empresa de incumplir la ampliación de plantillas, en tanto que Renfe asegura que el convenio no recoge ningún acuerdo expreso sobre incorporación de nuevo personal. Asimismo, los representantes de los trabajadores afirman que la empresa demora la clasificación de categorías y pluses, a lo que fuentes de Renfe responden reconociendo el retraso, pero explicando que el mismo se acordó para una mayor participación de los grupos afectados y que, en todo caso, la empresa está dispuesta a interrumpir esta participación y cumplimentar los plazos si el comité de empresa lo considera preferible.

Fuentes de Renfe rechazan también las acusaciones sobre demora en la puesta en vigor de las primas de producción, ya que el comité de empresa -afirman- se opuso al sistema propuesto por la empresa. En cuanto a traslados y ascensos, la empresa asegura que lo pactado en convenio ha sido cumplido.

Hoy, nuevas negociaciones

Para las nueve de la mañana de hoy está previsto un nuevo contacto entre los representantes de los trabajadores y la patronal para encontrar salidas al conflicto. La pugna planteada, dado el carácter de empresa pública de Renfe, su dimensión nacional y la amplitud de su plantilla (70.000 trabajadores), trasciende el marco estricto de la empresa y se convierte en un auténtico pulso entre los sindicatos y la patronal y el Gobierno, de cara a la campaña general de revisiones salariales.

Paros en coches-cama

Los 2.400 trabajadores de la compañía internacional de coches-cama irán a la huelga legal los próximos días 15, 23 y 31 del presente mes, según acuerdo del comité de empresa, una vez escuchadas las asambleas de trabajadores celebradas días pasados, informa CCOO.

Estos paros están motivados por la negativa de la empresa a aceptar el 5,5% como incremento salarial desde julio pasado, pedido por la representación obrera. La empresa ofrece un aumento del 1,7%, porcentaje que no aceptan los trabajadores.