Al Athlétic de Bilbao le falla la cantera
Los cimientos del fútbol hispano comienzan a conmoverse: el glorioso Athlétic de Bilbao está en el último puesto de la clasificación, con cero puntos, con cuatro negativos y doble número de goles encajados que marcados. Es lo que le faltaba al fútbol español, que el pasado miércoles, de la mano del inefable Kubala, fracasó ante Portugal. Siempre se ha dicho que cuando en la selección nacional no hay cinco vascos, es que la cosa no funciona. Kubala se acordó, no obstante, de ellos para el partido de Vigo, y así fue la cosa. Para poner más drama al asunto, el próximo miércoles, en partidos europeos, a lo sumo tres equipos pasarán la primera eliminatoria.
El Athlétic ha entrado en la peor de las crisis. Los puntales del equipo han envejecido y la nueva savia no trae la fuerza de otros tiempos. La operación retorno que propició la recuperación de Lasa, Churruca, Irureta y Aitor Aguirre fue el primer síntoma de notable debilidad. Mientras la Real Sociedad produce jugadores de sobra para su equipo, el Athlétic ya no puede siquiera tapar huecos. La escuela de Lezama, tenida como ejemplar, no produce la rentabilidad esperada.La crisis del Atlilétic no es evidentemente un caso aislado, porque la mayoría de los clubs españoles tienen que recurrir a los grandes desembolsos para cubrir decorosamente sus plantillas. El problema bilbaíno se agudiza por la siempre brillante política de sólo utilizar jugadores de la cantera.
Muchos han sido los que han sostenido la teoría de que las importaciones de jugadores han taponado las canteras regionales. A lo que se ve no es absolutamente válido el argumento. El Athlétic no ha podido en los últimos años, con el mismo sistema de siempre, revalorizar su plantilla. El problema del Athlétic debería servir para que la Federación estudiara el caso porque de él, probablemente, podrían obtenerse conclusiones sustanciosas.
En contraposición a lo que le ocurre al Athlétic están la Real Sociedad y el Spórting de Gijón. La Real, que limita sus aspiraciones a papeles dignos en los campeonatos nacionales y por tanto no realiza grandes fichajes, cumple cada año con la misión de descubrir algunos valores. El Spórting, que ahora tiene más aspiraciones, con el refuerzo de cuatro foráneos mantiene un equipo nacido en sus equipos base. Este año se ha permitido incluso el lujo de traspasar a uno de sus mejores elementos y en la actualidad con la defensa titular en el dique seco es líder invicto. El Athlétic, con un público ejemplar que el domingo supo animar a los suyos y aplaudir a los vencedores, navega a la deriva.
Los agoreros ven al Athlétic hundido en la miseria, pero no parece probable que el desconcierto dure mucho tiempo. El Athlétic, aunque no tiene el fuste tradicional tiene suficiente entidad p superar el mal momento. Probablemente a sus propios males se ha unido el problema del cambio de entrenador. El austríaco que ahora lo dirige no ha encontrado por el momento la fórmula idónea para hacer funcionar el equipo. Tendrá que adecuarse al material humano que posea y en ello tardará algún tiempo, cosa que suele suceder a la mayoría de los entrenadores extranjeros en su primera temporada.
Más importante podría considerarse el fracaso del Valencia, un club que no se para en barras -ni en banda azul- a la hora de extender cheques. El Valencia tiene tres puntos, pero como el Athlétic y el Betis -otro para la peana- aún no ha ganado ningún partido.
Y como en años anteriores, cuando ya se había vaticinado que el Barcelona estaba destinado a ser el coco, ha tenido en casa su primer tropiezo. Y del Aletipupas no hablemos, porque mejor es no meneallo. De buenas a primeras todos de acuerdo con que sea vez campeón el Real Madrid.
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