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CASTILLA-LEÓN

Pleno electoralista del Ayuntamiento de León, seguido por numeroso público

Alrededor de trescientas personas abarrotaron, a última hora de la tarde del jueves, el salón de sesiones del Ayuntamiento de León para asistir a un pleno extraordinario que se prolongó hasta las once y media de la noche, en el que iban a ser tratados el cambio de denominación de calles, los sueldos de los concejales y una posible «amnistía» para las multas de tráfico, a petición de los partidos de derecha. UCD y CD proponían que no se cambiara el nombre de las calles «dedicadas» a personajes del antiguo régimen, que los concejales renunciaran a sus sueldos y que se condonaran todas las multas de tráfico hasta el pasado mes de abril.El pleno tenía un carácter abiertamente electoral, tanto por la condición de los temas tratados como por el hecho de celebrarse en vísperas de las elecciones parciales del próximo día 2, en las que está en juego la propia alcaldía de León, actualmente en manos de la coalición PSOE-PCE, por una mayoría de sólo catorce concejales contra trece. Las tres propuestas antes citadas fueron defendidas sin éxito por el portavoz de CD en el Ayuntamiento, José María Suárez, ex alcalde y hermano del ex ministro de Trabajo Fernando Suárez, con el apoyo de UCD, cuyo candidato, Juan Morano Masa, un abogado vinculado a la patronal leonesa, puede convertirse en el próximo alcalde de León si CD consigue arrebatar una concejalía al PSOE.

Entre el público asistente al pleno figuraban militantes de todos los partidos políticos, desde Fuerza Nueva hasta el PCE, que alternativamente aplaudieron o silbaron las intervenciones de sus respectivos grupos, a pesar de las advertencias del alcalde socialista, Gregorio Pérez de Lega, sobre un posible desalojo de la sala. Las intervenciones de los concejales abundaron en argumentos de claro matiz electoralista de cara a la «galería» -la campaña electoral está taxativamente prohibida en esta segunda convocatoria a las municipales-, decidiéndose finalmente los temas a favor de la actual mayoría de izquierdas, que en unos casos lo retrasó hasta un próximo pleno y en otros desestimó las propuestas de la derecha.

La Audiencia Territorial de Valladolid había anulado hace cinco meses los resultados de cuatro mesas electorales de León, que totalizaban 3.900 votantes. El PSOE había conseguido en el resto de las mesas 16.223 votos (diez concejales), el PCE, 6.685 (cuatro); UCD, 17.079 (diez), y CD, 6.627 (tres). Las mesas «anuladas» habían votado mayoritariamente a los partidos de izquierda: 768 votos para el PSOE, 607 para UCD, 338 para el PCE y 148 para CD, partido que sólo precisa sesenta votos para sacar un nuevo concejal a costa de la mayoría.

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