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Primera derrota de los moderados del PSOE en Madrid

El sector crítico y la llamada tercera vía del PSOE de Madrid establecieron una alianza en el congreso celebrado ayer por dicha federación, cuyo objetivo principal es la elección de los delegados al Congreso Extraordinario. Dicha alianza provocó la derrota de los moderados en las votaciones efectuadas a lo largo de la tarde y en concreto en la que dio la presidencia de la mesa al candidato de la tercera vía frente al del sector moderado. A la hora de cerrar esta edición se desconocía todavía el resultado de las votaciones para la elección de los delegados. Sin embargo, filtraciones registradas durante el escrutinio indicaban que Carlos Revilla (tercera vía), Felipe González, Joaquín Leguina (moderados) y Luis Gómez Llorente (crítico) figuraban en los primeros puestos; no se precisaba el orden.

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Si bien es verdad que la alianza tercera vía-críticos resistió todos los embates de la jornada, la figura de Felipe González, indiscutido para todos salvo para los radicales, originó en este ambiente una compleja trama de negociaciones que se reflejó finalmente en una combinación de cuatro listas de cara a la elección de los delegados. El resultado de las votaciones era totalmente imprevisible de predecir a la hora de cerrar esta edición, porque las agrupaciones no acertaban a adecuar el mandato recibido con lo que se les ofrecía: unas querían votar sólo a moderados, otras a moderados y tercera vía, otras a tercera vía y sector crítico y casi todas a Felipe González.Las listas que se presentaron al congreso fueron cuatro: una, defendida por Felipe González, que dejaba ocho puestos libres para las minorías; otra de la tercera vía, que le situaba a él a la cabeza, pero con sólo tres puestos para los moderados,otra de los críticos, encabezada por Gómez Llorente, que dejaba libres cuatro puestos para los moderados, y, finalmente, la de éstos, de carácter monocolor, a cuya cabeza iba de nuevo Felipe González.

El congreso comenzó con una hora de retraso sobre la inicialmente prevista, debido tanto a las operaciones de acreditación de compromisarios como a la existencia de contactos de última hora entre diversos grupos. La llegada de Felipe González pasó prácticamente inadvertida -un sector tenía preparado el canto de «Es un muchacho excelente» para el caso de que otros calentaran el ambiente con gritos de «Felipe, Felipe»- y se limitó a saludar a algunas personas.

Felipe González dijo, en esencia, que «ninguna asamblea de partido está preparada de antemano» y comentó también que sería conveniente la presencia de distintas personas en el congreso federal, como respuesta a una pregunta sobre los señores Gómez Llorente y Bustelo.

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Cuatro combinaciones

El congreso de la Federacion Socialista Madrileña evidencia la división de la misma en tres sectores

Hacia las nueve y media de la noche finalizaron las conversaciones entre Alonso Puerta y Felipe González y seguidamente el primero de ellos se entrevistó con Luis Gómez Llorente. A continuación cada uno de los líderes se reunió con su respectivo grupo. Terminados los contactos pudo conocerse que existían las siguientes posiciones:- Felipe González era partidario de una lista en que los moderados tuvieran catorce puestos (además de Javier Solana y él mismo, que figurarían en cabeza), y la tercera vía otros catorce, dejando ocho puestos libres para minorías.

- La tercera vía proponía una lista con veinte nombres más Felipe González, y dejaba libres diecisiete puestos con idea de votar a catorce personas del sector crítico y tres del moderado.

- A su vez, los críticos se limitaban a una lista de catorce nombres encabezados por Luis Gómez Llorente, con intención de votar también a los veinte presentados por la tercera vía, y dejando libres cuatro puestos.

- Y el sector moderado, representado por José Acosta, presentó una cuarta lista de treinta nombres, encabezada por Felipe González y enteramente monocolor (sólo moderados).

Estando así las cosas, el congreso se reanudó pasadas las diez de la noche. En primer lugar Felipe González anunció -según explicaron posteriormente testigos presenciales- que

no aceptaba figurar en la lista de la tercera vía y defendió la conveniencia de votar la suya (mezcla de moderados y tercera vía).

Seguidamente, Alonso Puerta intervino para anunciar que todos los hombres de la tercera vía incluidos en la candidatura propuesta por Felipe González se retiraban, y pidió el voto a su propia lista, agregando que, a pesar de las palabras de Felipe González, ellos seguían pensando votarle.

Por su parte, Luis Gómez Llorente defendió la postura integradora de su grupo, manifestada en la modestia de su lista -sólo catorce nombres-, e hizo planteamientos de fondo respecto a lo que el partido se juega en este debate y remarcando la preocupación por la unidad del PSOE. Recogió la única ovación de la noche.

Finalmente, José Acosta se limitó a pedir brevemente el voto para la lista moderada.

Según las consultas efectuadas por EL PAÍS en diversos sectores, esta gran complejidad de candidaturas se debe a la variedad de mandatos de las agrupaciones.

Unas querían votar sólo moderados; otras, a moderados y tercera vía; otras, a tercera vía y sector crítico, y casi todas, menos los radicales, deseaban votar a Felipe González. En realidad, sólo hubo dos grandes opciones en lucha: la alianza tercera vía-sector crítico contra los moderados.

El problema de Felipe González es con qué equipo va a acudir al congreso federal, si es que la delegación que sea elegida le designa como cabeza de la misma, considerando que buena parte del sector moderado ha mostrado mayor debilidad de la inicialmente prevista.

Lo sucedido en el congreso de la federación de Madrid, al margen de su resultado final, muestra la división de la misma en tres sectores, así como la existencia de razones tácticas para la alianza entre la tercera vía y el sector crítico, que de cara al congreso federal tendrá escasas repercusiones, puesto que la relación de fuerzas es claramente favorable a los moderados en el conjunto de las demás federaciones regionales y provinciales.

Como ha explicado ya EL PAÍS, el sector crítico se juega en Madrid su supervivencia, y a su vez la tercera vía es decisiva para el resultado final de esta federación, pero también su difícil equilibrio entre las otras dos posturas enfrentadas provoca una situación inestable y políticamente fluida. De ahí el intento de Alonso Puerta para establecer una negociación con Felipe González a última hora.

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