Nuevos recortes
La segunda reunión semanal tuvo un sabor amargo para aquellos que habían confiado en que el mejor ambiente de la sesión del martes se extendería más allá de su cierre, y que, de alguna manera, supondría el inicio de un ciclo algo más animado, tras la larga temporada de goteos a la baja en los cambios e inactividad, por la que el mercado viene atravesando.Pero no fue así. Las noticias sobre los atentados mortales perpetrados en Bilbao a primera hora de la mañana eran la causa, para algunos, del enfriamiento de los ánimos inversores, mientras que otros completaban estas impresiones señalando la escasa consistencia que, en cualquier caso, había tenido el alza del día anterior.
Por lo demás, la sesión careció de historia. La sucesión de corros resultaba completamente falta de interés, y si bien a primera hora se podían apreciar tanteos compradores en los valores eléctricos más significativos, después de hora los deseos vendedores se mostraban ampliamente superiores a las supuestas opciones de compra, por lo que los cierres resultaban apagados y con escasas perspectivas de cara a la sesión de hoy.
Esta situación de desánimo al cierre no era exclusiva de los valores eléctricos, y otro tanto sucedía con los químicos, quienes observaban un difícil equilibrio en base a la actuación, poco menos que de oficio, de los operadores.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.