UCD de Madrid espera un candidato "oficial" para su presidencia

Ocho días antes de que se celebre la asamblea provincial de Unión de Centro Democrático (UCD) de Madrid, prevista para el próximo día 22, la atención de toda la organización se dirige hacia la Moncloa y hacia el presidente Adolfo Suárez. Existe el común convencimiento de que la dirección nacional del partido considera que UCD-Madrid debe estar presidida por una personalidad de cierto prestigio a nivel nacional o, al menos, por un parlamentario; pero los portavoces de los distintos sectores de la organización madrileña -vinculados no a ideologías, sino a personas- no se atreven aún a aventurar un nombre concreto. Incluso se habla de una «sorpresa» en el último momento.

La hipotética candidatura del ministro para la Presidencia, José Pedro Pérez Llorca, quien niega haber recibido la menor indicación del presidente Suárez en este sentido, ofrece ciertos inconvenientes, uno de los cuales, no el menor, sería el hecho de que el secretario general de UCD nacional es ya un ministro, Rafael Arias Salgado, titular de Relaciones con las Cortes, y que no parece muy conveniente situar a distintos miembros del Gabinete en diferentes niveles de dirección del partido.A la espera de la decisión del señor Suárez, se vislumbran tres candidaturas distintas, con alguna de las cuales el posible candidato de la Moncloa deberá llegar a un acuerdo. Esta creencia es la que ha movido al llamado «grupo de los quince» -representantes de distritos céntricos de la capital- a intentar formalizar una lista en la que quede vacante la presidencia.

El «grupo de los quince» -incrementado desde ayer por dos representantes de la periferia, tres de la provincia y uno de las juventudes centristas- se reclama, al igual que las candidaturas encabezadas por Abel Cádiz y por Armando de Benito, como progresista, pese a que consta de dos sectores distintos: uno próximo a José Luis Álvarez, ex alcalde de Madrid y portavoz del ala más conservadora del partido, representado por el concejal Luis Eduardo Cortés, y otro próximo a Joaquín Garriges, liberal, representado por el director general de Acción Territorial y Urbanismo, José María Fluxá. La confusión la terminan de completar los nombres de Luis Puente, ex secretario de organización a nivel de la provincia, y Francisco Martínez, hombre próximo a José Pedro Pérez Llorca. El único nexo de unión entre todos estos hombres parece ser su trabajo anterior en la organización o aparato del partido centrista en Madrid.

En el grupo gestor se encuentran también algunas personas próximas al senador Armando de Benito, lo que dejaría abierta la posibilidad de que, caso de no producirse la presentación de una candidatura «oficial» a la presidencia, el señor De Benito -que no ha elaborado una lista completa- intentara una aproximación a la candidatura acéfala de los quince.

Las dificultades se multiplican cuando los militantes centristas intentan aclarar los apoyos que cada candidatura tiene entre las «figuras» nacionales de UCD. Los primera fila evitan pronunciarse, a la espera del nombre que el presidente Suárez puede lanzar a la arena a última hora, pero sitúan sus peones. Los socialdemócratas, por ejemplo, abundan entre la lista de apoyo a Abel Cádiz, pero Francisco Fernández Ordóñez se reserva personalmente. Joaquín Garrigues parece apoyar al señor Fluxá, pero otro liberal como el ministro Antonio Fontán se mantiene al margen.

En Chamberí no hubo irregularidades

Dieciocho delegados a la asamblea provincial de UCD elegidos por el distrito de Chamberí han firmado un escrito en el que niegan que se haya producido ninguna irregularidad en el proceso electoral de su zona, tal y como afirmaban otras fuentes del mismo distrito. Los mismos delegados niegan también que ningún grupo de militantes piense solicitar la expulsión de uno de sus compañeros ni por este ni por otro motivo.Por su parte, la ejecutiva nacional del PSPV-PSOE -formada por mayoría moderada- no se ha expresado de manera diferente a la versión oficial facilitada en la anterior rueda de prensa, donde se limitó a actuar de portavoz de la gestora federal. Fuentes próximas a la ejecutiva señalaron a EL PAÍS que estaban a la espera de que la gestora emitiera un comunicado oficial para «romper el hielo informativo».