María del Sol

Es el nombre más apropiado que sus padres, los señores Peña Rodríguez, han podido elegir para nombrar a su primera hija, que de todos los sitios del mundo en que pudo haber nacido, en el peregrinaje de sus emigrantes padres, fue a llegar al mundo en un tren, el Puerta del Sol, precisamente, en el recorrido París-Madrid. Tuvo una acogida internacional María del Sol, porque mientras asistía a su madre, una joven de diecinueve años, un médico japonés, el doctor H. P. Tam, servía de intérprete entre la parturienta y el ginecólogo, un catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid, el profesor Félix Sagredo. La colaboración que se prestó al parto no se cerró en ese círculo tan doctoral, sino que se amplió prácticamente a todo el vagón-comedor del Puerta del Sol, donde se paralizó momentáneamente el servicio de desayunos para proceder a calentar el agua precisa para el caso.El parto se produjo cuando el convoy se hallaba ya en la provincia de Segovia. Renfe se ha puesto tan feliz como los padres de la criatura, quienes han sido invitados por la compañía a disfrutar de unas vacaciones de una semana, con los gastos pagados, en París o en alguna de las ciudades españolas que sirve esta empresa nacional.