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British Leyland pretende despedir 25.000 empleados en dos años

British Leyland, el gigantesco complejo automovilístico británico, ha anunciado un plan de reestructuración y austeridad para los próximos cinco años, que incluye el despido de 25.000 obreros y el cierre total o parcial de trece de sus plantas de fabricación.El presidente de la compañía nacionalizada, sir Michael Edwardes, se reunió ayer con los dirigentes de las diferentes organizaciones sindicales con afiliados en la Leyland para comunicarles las sombrías perspectivas a las que se enfrenta la empresa.

El mensaje de Edwardes fue claro y conciso. Carecemos de los recursos necesarios para apoyar a los «caballos» que producen pérdidas, dijo en una referencia directa a los modelos de coches antieconómicos. Las fábricas que no produzcan beneficios tendrán que enfrentarse al cierre, añadió.

British Leyland, que lleva rescindidos los contratos de trabajo de 18.000 trabajadores en lo que va de año, tiene intención de llevar a cabo los nuevos despidos en el plazo de dos años.

El plan de reestructuración de la empresa les será comunicado a los 165.000 empleados de la misma por carta personal a partir del próximo miércoles, fecha en la que los trabajadores se reincorporarán a sus puestos de trabajo después de una huelga intermitente de dos días de duración decretada por el sindicato de obreros mecánicos, en apoyo de un sueldo mínimo de ochenta libras (unas 12.000 pesetas) a la semana y de una semana laboral de 35 horas.

La compañía, nacionalizada hace años por los laboristas, tiene que hacer frente a tres amenazas directas a sus ventas: la fortaleza actual de la libra, que reduce drásticamente sus exportaciones; la competencia cada vez mayor de modelos extranjeros en el mercado nacional y la falta de productividad que viene determinada por una serie de acciones industriales decididas por los sindicatos.

La primera planta que se verá afectada por las medidas de austeridad será la de Park Royal, al norte de Londres, dedicada a la fabricación de los famosos autobuses de dos pisos, y cuyo cierre será inmediato. Igualmente, las plantas de Canley y Abingdon, productoras del modelo MG, cerrarán antes de fin de año.

La estrategia de la compañía en los próximos cinco años está basada en el lanzamiento de nuevos modelos rentables, en el cese de la fabricación de los no económicos y en una sustancial mejora de la productividad, a través de una redistribución de los puestos de trabajo.

Entre los modelos más conocidos fabricados por British Leyland se encuentran el Mini, con más de veinte años de antigüedad en el mercado; el Rover, el Jaguar, y el Daimler y el MG, así como la serie popular de los Austin.

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