Federación y entrenadores, enfrentados por la norma de los sub20

El Comité de Competición tratará hoy el tema de las rápidas sustituciones realizadas por algunos entrenadores de Segunda, Segunda B y Tercera en la primera jornada de Liga. Aunque oficialmente no se conoce con exactitud si habrá sanciones, éstas podrían producirse por haberse «conculcado el espíritu de la norma». La norma federativa -alinear obligatoriamente a dos menores de veinte años en dichas categorías- sigue siendo objeto de una absoluta oposición por parte de los entrenadores. La ANEF convocará para el próximo día 17 una reunión de todos los afectados, y mantiene su proposición de realizar un plante testimonial dentro de dos jornadas.La Federación parece decidida a mantener a rajatabla el acuerdo adoptado en el pleno sobre esta norma, que en la práctica supone una imposición a los entrenadores En principio, el Comité de Competición abrirá una investigación a fondo sobre el tema, a partir de las actas arbitrales. La opinión personal de uno de sus miembros, Vara del Rey, es la de que en algunos casos las sustituciones parecen una tomadura de pelo.

La posibilidad de sancionar a los entrenadores -varios cambiaron a los juveniles antes de cumplirse el primer minuto- se presenta, sin embargo, problemática. Los técnicos cumplieron con la norma impuesta, al alinear de salida a los dos menores de veinte años establecidos. Resulta por tanto, muy difícil aventurar en cada caso si ha existido esa tomadura de cabello. El entrenador puede aducir un mareo, una lesión o indisposición. Sólo aplicando esa teoría del «espíritu» podrían aplicarse sanciones, lo que daría pie a pensar si el Comité de Competición puede también obligar a que los dos juveniles permanezcan un determinado tiempo en el campo. Ello supondría ya una segunda imposición a los preparadores.

La ANEF dio a conocer ayer una nota pública, en la que explica la tomadura de pelo que supone para los entrenadores la imposición de esta norma, teniendo en cuenta, además, que el artículo 150 del Reglamento de la propia Federación afirma que los contratos de los entrenadores deben respetarse. En el artículo séptimo de este contrato se especifica que aquéllos son los únicos que pueden decidir todo lo relativo a las alineaciones y convocatorias de jugadores. La ANEF piensa recurrir incluso al Consejo Superior, exponiendo lo antirreglamentario de la norma.

Para el próximo día 17 se va a convocar una reunión de los entrenadores, y para el día 23, si no se ha logrado un diálogo válido con la Federación, se propondrá la realización de un plante, que consistiría, como ya informó ayer EL PAÍS, en que los entrenadores dirigieran a sus equipos desde la grada. Los entrenadores están disgustados porque supone de hecho una injerencia en su labor. Si la Federación, en este caso a través de lo que decida en su momento el Comité de Competición, decide aplicar sanciones, el endurecimiento del conflicto podría llegar a extremos alarmantes. Por su parte, Manuel Alepuz, presidente del oficial Colegio Nacional de Preparadores, también expresó ayer en una rueda informativa su tibia actuación en este asunto. Marcel Domingo, actual entrenador del Huelva, ya le envió un escrito de protesta por la imposición de esta medida.