Ayala, un estorbo para el Atlético

La permanencia de Ayala en el Atlético peligra seriamente tras el Villa de Madrid, torneo en el que su pobre actuación en el primer partido y su ausencia del equipo en el segundo -ganado brillantemente por el Atlético- le han puesto en el disparadero. Luis, al hacerse cargo del equipo, dijo que Ayala le interesaba y eso frenó el posible fichaje de otro extranjero, pero la afición está descontenta con el argentino y el club podría cambiar de idea en breve.

Ayala es, antes que nada, la víctima de una injusta reglamentación, recientemente aprobada, que otorga el tratamiento de extranjero a los futbolistas que no pueden formar en la selección española por haberlo hecho en su selección de origen. De la limitación de dos extranjeros por club se ha pasado esta temporada a la de dos «no seleccionables». Ayala, español desde que adoptó la doble nacionalidad hace ya cuatro años, tiene ahora dificultades para mantener su puesto.

Flojo rendimiento

Por otra parte, el rendimiento de Ayala ha ido descendiendo paulatinamente a medida que transcurría el tiempo. Fichó a comienzos de la temporada 73-74, la de la reapertura de fronteras para los extranjeros. Vino junto con su compatriota Heredia y traía el cartel de ser el mejor delantero de América. Su velocidad, su remate y su capacidad para el juego en punta impresionaron. Tras dos temporadas en esa demarcación pasó a ocupar tareas en la media, como extremo retrasado, pero siempre dando la medida de jugador útil y práctico, con espectaculares internadas. Pasadas tres temporadas adoptó la doble nacionalidad y renovó por otras dos. Siguió jugando en la media e incluso alguna vez llegó a actuar de lateral. El brillante delantero se había convertido en un oscuro jugador de equipo. A principios de la temporada última, la 78-79, el Atlético le renovó otra vez contrato, ahora por tres temporadas, en las que le garantizaba ingresos de siete millones en la primera, ocho en la segunda y nueve en la tercera; igualmente le garantizaba un partido de homenaje con ingresos mínimos de cinco millones.

Ese fue quizá el error del Atlético. La temporada pasada su rendimiento fue flojísimo por culpa, en parte, de su falta de interés por mantener la forma física. Ahora, la nueva normativa en vigor hace que la presencia de Ayala cierre las puertas a la contratación de un segundo extranjero -el otro puesto lo ocupa Pereira, una vez que se marchó Leivinha- El Atlético entró en contactos con Oliveira,

-un extraordinario jugador potugués de media punta que ha fichado por el Betis, donde sus actuaciones han llenado de entusiasmo a la afición. Ayala exige los veintidós millones correspondientes a la temporada entrante, a la próxima y al homenaje prometido por marcharse, y tiene derecho a hacerlo. Dejar libre la plaza, pues, le costará al Atlético veintidós millones, independientemente de la cantidad que tenga que entregar por la adquisición de un crack que sustituya a Ayala. Realmente, la directiva del club lo tiene difícil. Su error de la temporada pasada, al renovarle por tres años y con tan alta ficha, le va a costar caro.

Luis, al hacerse de nuevo cargo del equipo, afirmó, en principio, que Ayala le Interesaba y que no necesitaba otro hombre en su plaza de extranjero, y eso detuvo las cosas. Pero en el Villa de Madrid Ayala jugó el primer día, ante el Grasshoppers, muy mal y fue sustituido por Rubio, que mejoró mucho su actuación. El segundo día no salió y el Atlético hizo un partidazo, lo que deja aún más en el aire a nuestro hombre.

Las últimas noticias apuntan hacia la posibilidad de que el Atlético esté intentando la contratación de un buen media punta brasileño, quizá del Flamengo. En las próximas horas podrían precipitarse los acontecimientos. Carpegiani podría ser el escogido. Pero lo que es seguro es que Ayala, para marcharse, exigirá, como mínimo, veinte millones. Por lo que respecta al club, prefiere eludir el tema.