Los "petrodólares" llegan también a la fórmula 1

El dinero de los árabes, los petrodólares, ha revolucionado la fórmula 1. Con su ayuda, el británico Frank Williams, un veterano ya del Circo, aunque muy poco conocido del gran público por su labor casi de mercader durante los últimos años, ha logrado construir unos monoplazas que se han convertido en la auténtica revolución de la segunda mitad de la temporada. Casi del absoluto anonimato, los Williams han pasado a vencer en todas las carreras a los Ferrari, Ligier, Renault o Lotus.Curiosamente, los árabes, en contrapartida de los casi 250 millones de pesetas anuales que ofrecen a Frank Williams, exigen de éste no tanto unos resultados deportivos como la total ausencia de elementos con ascendencia judía en el seno del equipo, o el que los pilotos no puedan brindar con champán en el podio, caso de que los éxitos permitan a éstos acceder a él, ya que las leyes árabes no permiten beber alcohol. Todo lo que se les deja es festejar con zumo de frutas.

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