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Mucho calor, y poco más

La pasada tanda mostró una decidida orientación a la baja, manteniéndose todos los indicadores de actividad en cotas mínimas, mientras que la falta de órdenes compradoras va resultando más agobiante día a día.Los repliegues, discretos, que señalan los índices generales no se corresponden con el ambiente de acentuada atonía que se respiraba en el salón de contratación, donde el dinero era prácticamente inexistente, mientras que el papel, a pesar de su extensión, no incidía decisivamente a la hora de marcar cambios a la baja, ya que el tratamiento que daban los operadores a las órdenes vendedoras impedía que la presencia de éstas en los corros resultase determinante de los descensos.

Por lo demás, la escasa asistencia de público contribuía a prestar al parquet un ambiente de tranquilidad que distaba mucho de la realidad.

Con este ambiente, los suaves descensos se sucedieron a lo largo de las cuatro reuniones, resultando muy difícil destacar la actuación positiva de ningún valor de los punteros. Por el contrario, en el capítulo de de méritos, dos bancos -el Santander y el Popular, junto con Telefónica y algún que otro valor aislado, como Motor Ibérica- sufren correcciones a la baja de consideración, que en el caso de los dos últimos les supone alcanzar una nueva cotización mínima en el presente ejercicio.

Durante la pasada semana se llevó a cabo la confección de los cambios de los valores bancarios, con unas modificaciones en su sistema tradicional. Básicamente, esta variación consiste en que ahora se da como cambio propuesto aquel en el que se cumplimentan un mayor número de operaciones y títulos, siempre dentro de los margenes del 3 % de diferencia para las bajas y 5% para las subidas. La principal novedad la representa el hecho de que antes, a cada posición de subida o bajada, correspondía un porcentaje fijo (a la repetición, el 50%; a las diferencias, del 1 %, el 40%, etcétera), mientras que ahora, por ejemplo, si la repetición es el cambio propuesto, y a éste se tratan según el ordenador de la junta un 70% de las órdenes, este porcentaje debe ser respetado, tanto si se quiere subir el valor como si se pretende bajarlo.

Esta innovación, es una clara muestra de las preferencias de la junta sindical por las prácticas oscurantistas en contraposición con las declaraciones oficiales de sus miembros, no ha sido hecha pública oficialmente y los habituales habían de recurrir, las primeras jornadas de su aplicación, a la inspiración de las «meigas» del parquet, que haberlas hayas, para interpretar los listados del ordenador sobre las posiciones de los bancos.

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