Jacqueline Onassis

Una de las mujeres que más cerca ha estado de los grandes centros de decisión internacionales -políticos y financieros- a través de sus bodas con el presidente John Kennedy y el naviero Aristóteles Onassis, ha cumplido ya los cincuenta años. En la foto, tomada hace aproximadamente un mes, se la ve acompañada por otra de las mujeres con más influencia en Estados Unidos, Rose Kennedy, auténtica matriarca del clan familiar, que hace una semana cumplió los 89 años. Las mujeres dicen de Jacqueline Onassis que ni es tan guapa como una modelo ni tan rica como su hijastra, Cristina Onassis, pero lo cierto es que la viuda más famosa del mundo constituye todavía uno de los principales motivos de atención de la prensa del corazón y posee una fortuna calculada en treinta o cuarenta millones de dólares (entre 1.950 y 2.600 millones de pesetas). Hoy, los seguidores de la jet-society norteamericana recuerdan todavía el altivo desprecio con el que la que fue primera dama de Estados Unidos abandonaba a jefes de Estado en visita a la Casa Blanca, o su desmedido afán por gastar dinero. Alguien ha resumido así sus defectos y virtudes: «Es francamente una snob, pero nunca se ha molestado en ocultarlo.» A pesar de todo, Jacquelinne Kennedy-Onassis ha dejado pasar, sin ninguna ostentación especial, su cincuenta aniversario. Su vida privada sigue interesando.