Luis Cazorla: "Un campo de deportes, tan imprescindible como una escuela"
«Pienso que así como hoy es imposible pensar en un pueblo sin escuela, dentro de poco lo será un núcleo urbano sin siguiera un modesto campo de deportes», manifestó Luis María Cazorla Prieto, abogado del Estado, letrado de las Cortes, miembro del Comité del Mundial-82 y autor del libro Deporte y Estado. Luis Cazorla, el hombre descubierto para el deporte en la primera Asamblea General celebrada, de quien se afirma tiene gran futuro político en esta parcela, ha examinado la importancia del fenómeno social deportivo.
Luis Cazorla escribió el libro Deporte y Estado después de comprobar la importancia del deporte y el escaso tratamiento recibido. El título del libro es suficientemente expresivo. «Se trata de demostrar que el deporte es un valor humano, y que se ha de protegerlo tanto económicamente como políticamente. El deporte es uno de los elementos más importantes que componen el concepto de calidad de vida de cualquier ciudadano. »«El Estado se ha preocupado indebidamente del deporte», comentó Luis Cazorla, «se ha fomentado el que no es más conveniente. La tesis fundamental de mi libro es la necesidad de un cambio radical político y económico para el deporte. El artículo 43, punto tercero de la Constitución, proclama el fomento del deporte por parte de los poderes públicos. El Estado o esos poderes públicos tienen que proteger y promocionar el deporte, situarlo al alcance de todos los ciudadanos, porque es un bien social al que tienen derecho, y no, a diferencia de otras épocas, porque sea un instrumento político eficaz.»
Luis Cazorla considera que el ciudadano español no es deportista porque no se le proporcionan los medios necesarios. «No se le ha educado en términos deportivos.» Asegura que los partidos políticos se preocupan ahora del deporte porque «están descubriendo este fenómeno social que es. Y eso, afortunadamente, les preocupa. Este descubrimiento está influido por la incidencia política. Política y deporte están muy relacionados y eso les lleva a mirar el mundo deportivo con mayor interés».
«Deporte y política están unidos», comenta Luis Cazorla, «porque se trata de estamentos íntimamente relacionados. Esto no quiere decir que el deporte tenga que ser usado políticamente. En mi libro defiendo el principio de que la autonomía absoluta del deporte es un mito, lo que no significa que el deporte sea un esclavo de la política. Lo bueno para el deporte y la política es que uno y otra entran en contacto en el campo de las grandes decisiones deportivas y, después, su puesta en práctica se lleve a cabo con criterios deportivos. »
«Ya hemos pasado la fase en la que el deporte surge espontáneamente. Es imprescindible una normativa básica y estructural por la que se encauce la política deportiva. Es absurdo hablar del fomento del deporte sin que haya detrás unos medios de financiación. El dinero del deporte debe salir del Estado. Su financiación a través de las quinielas no es la más ajustada. Antes o después, el dinero del deporte ha de venir del fondo común de los presupuestos del Estado.»
Luis Cazorla, como letrado de las Cortes, conoce las enmiendas presentadas al anteproyecto de ley de cultura y deporte. «El mundo del deporte», asegura, «jurídicamente está muy mal. Es urgente la ley. No tengo demasiado buen criterio sobre el proyecto de ley del deporte que se ha presentado a las Cortes.
