La asamblea no quiso enterarse
La Asamblea del Fútbol pasó de puntillas sobre uno de sus temas fundamentales: la retirada de los clubs vascos. Media asamblea no se enteró de lo que en realidad sugería el representante del Guernica. Media asamblea estaba pendiente de lo que valen los desplazamientos. Porta hábilmente esquivó el fondo político de la cuestión. El tema, con ser grave, puesto que la retirada de los clubs guipuzcoanos y vizcaínos descalabra la Tercera División, acabó como si tal cosa. Ayudó a quitarle hierro al problema la anunciada retirada de los clubs extremeños. De ellos dependía que la cuestión más grave del día quedara sumergida en un mar de intereses deportivos.Sería un error enmascarar el problema. Los clubs vascos hicieron una propuesta que fue ampliamente derrotada. Solamente veintinueve clubs la respaldaron y, por contra, 93 la repudiaron. Fue correcto que se votara, pese a que ya había obtenido mayoría la propuesta federativa, puesto que algunas entidades podían modificar, como así hicieron algunas valencianas, su voto, dado que esta propuesta era más beneficiosa todavía para ellos que la federativa.
Los clubs vascos, con delicadeza, expusieron su situación. Tienen problemas dentro de casa para viajar y entienden que en sus desplazamientos pueden encontrar recibimientos hostiles. Piensan además que en sus campos, y aun cuando no exista fuerza pública entre ellos, los conflictos son menos.
Si la Tercera se ha querido regionalizar no era descabellado unir a guipuzcoanos, vizcaínos y navarros; sin embargo, a la hora de las votaciones no hubo ningún club navarro que votase la propuesta planteada por el representante del Guernica.
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