Begin ofrece a Suárez inmediatas relaciones entre España e Israel

(Viene de primera página)Israel, junto con Albania, es prácticamente el único país al que España no reconoce diplomáticamente. No obstante, y para mayor confusión, un cónsul español se halla radicado en Jerusalén, con motivo de la atención prestada por el Gobierno español a los Santos Lugares. Este cónsul, que no ha sido reconocido diplomáticamente por el Gobierno israelí, expende los visados de entrada en nuestro país para los visitantes del Estado judío que quieren venir aquí. La paradoja resulta mayor si se tiene en cuenta que una de las principales y más polémicas cuestiones en las relaciones de la mayoría de los países con Israel es el lugar de ubicación de sus representaciones diplomáticas. En efecto, salvo Holanda y algunos países latinoamericanos, la mayoría de los Gobiernos han preferido situar sus embajadas en Tel-Aviv, sobre la costa mediterránea, y no en la Ciudad Sagrada. Pese a que en ésta se encuentran ubicados el Ejecutivo y el Parlamento israelíes, la cuestión de la soberanía sobre la ciudad -cuya parte antigua fue jordana hasta la guerra de los seis días- sigue pendiente en los círculos internacionales. Recientemente, y debido a presiones de los países árabes, el primer ministro canadiense ha tenido que echarse atrás en su decisión de trasladar de Tel-Aviv a Jerusalén la embajada de su país.

Hasta el momento, la posición oficial española en el tema de las relaciones hispano-israelíes ha sido la de condicionar esta situación a la búsqueda de una solución global de paz en el Oriente Próximo. No obstante, el partido gubernamental dio un paso hacia adelante, al declarar, en su primer congreso, la intención de UCD de solucionar este problema, sin que ello suponga un cambio de la posición española en el Oriente Próximo.