El separatismo vasco comienza a mostrarse violento en el sur de Francia

El rompecabezas dramático en que se ha convertido Euskadi sur para España, ¿está progresivamente trasplantándose a Euskadi norte, es decir, al País Vasco francés? Es lo que sospechas medios policiales y algunos comentaristas franceses tras el atentado de que fue objeto anteanoche el tren Puerta del Sol ametrallado en las inmediaciones de Hendaya. El atentado, en el que no hubo víctimas, fue reivindicado a última hora de la tarde de ayer por la organización armada vasco-francesa Euskal Zuzentasuna,(Derecho Vasco) a través de una llamada telefónica al diario Sud Ouest. de Bavona.Durante la noche del domingo al lunes últimos, el tren Puerta del Sol, que realizaba el trayecto París-Madrid directamente, fue tiroteado poco antes de llegar a la estación de Hendaya. Tres vagones evidenciaban impactos de bala. Hasta ayer por la noche, nadie había reivindicado la autoría del atentado. Por otro lado, la llamada aquí guerra de las vacaciones ha llegado al paroxismo informativo. Como se ha venido anotando los últimos días, algunos medios de información aprovechan las bombas de ETA para desbaratar la temporada turística en España, con provecho para la economía no sólo francesa, sino de otros países. Ayer, según indicaron a EL PAÍS fuentes solventes del negocio turístico, varias agencias se dirigen a sus clientes para ofrecerles «vacaciones en otros países por el mismo precio o más baratas».

Las noticias son contradictorias en lo concerniente a la afluencia de turistas en las fronteras franco-españolas durante estos primeros días del mes de julio, pero el cotejo de las diversas fuentes informativas dejan entender que, por Hendaya, el paso de automóviles ha mermado en un 50% respecto al año pasado, mientras la frontera de Perthus registra aproximadamente la misma tasa de veraneantes.

La guerra de las vacaciones, sin embargo, es posible que no sea más que una de las caras de la operación que están desarrollando los etarras. Y no la más trascendente. Así lo estimaba ayer el editorial de primera página del diario Le Monde, haciéndose eco de otros comentarios más o menos paralelos de los últimos días. «ETA apunta a Madrid y a París», titulaba el editorialista, en opinión del cual, ha llegado la hora del despertar de las organizaciones del País Vasco francés simpatizantes o ligadas a ETA, «que no ocultan su determinación y su deseo de pasar a la acción». El tiroteo contra el Puerta del Sol evidenciaría «esta escalada del terrorismo ciego y fanático, y aparentemente utópico, tendente a la creación de un Estado vasco independiente que una las dos Euskadi». Este órgano, como otras fuentes informativas, creen que el movimiento revolucionario ya predicho, de Euskadi norte, fue el autor del atentado referido.

Si esta dinámica se confirmara, el problema de fondo de la guerra de las vacaciones quedaría perfectamente planteado. Las autoridades francesas, por ahora al menos, continúan practicando la política del avestruz, tal como lo probaría la declaración del ministro de Exteriores, Jean François Poncet, que el domingo último dio la impresión de escamotear la cuestión esencial, al declarar que su Ministerio ya había contactado con las autoridades españolas para insistirles en que garanticen la seguridad de las personas y de los bienes franceses en España. Esta ligereza fue subrayada por algunos observadores. En su última conferencia de prensa, hace más de tres meses, el presidente, Valery Giscard d'Estaing, abundó en el mismo sentido cuando fue interrogado por un periodista español sobre la posibilidad de que la lucha de ETA en Euskadi sur fuera un modelo para Euskadi norte: «No», respondió espectacular y categóricamente el jefe del Estado, ante medio millar de periodistas internacionales. El pasado 2 de junio, en Biarritz y en Hendaya, se celebraron una exposición internacional, con la colaboración de pintores de renombre mundial, y una representación teatral que constituyeron un éxito. Esta manifestación tenía por objeto colectar fondos para las ikastolas del País Vasco francés, desasistidas oficialmente. Este y otros muchos índices del nacionalismo en Euskadi norte son normalmente silenciados en Francia por la prensa nacional, que, como el Gobierno, se manifiestan aún mucho más obtusos que la opinión y las autoridades españolas ante el problema regionalista. El ataque contra el Puerta del Sol, ayer resonó aquí como un aldabonazo.