Descarrila un tren cargado de gas en la linea férrea a Gijón

Un tren de mercancías cargado con casi cuatrocientas toneladas de butano descarriló, a la 1.30 de la madrugada de ayer, en un túnel de la vía férrea León-Gijón, entre los pueblos de Linares y Malvedo, a unos quince kilómetros de la raya entre las provincias de Asturias y León. Según fuentes de Renfe, el tren arrastraba siete unidades cisterna de gran capacidad -hasta 72.000 litros-, una de las cuales descarriló en el interior del túnel, situado en la ladera asturiana del puerto de Pajares.

La máquina y las cuatro unidades de cabeza pudieron continuar hasta Linares, en tanto que las dos últimas cisternas fueron sacadas fuera del lugar poco después en dirección a Malvedo. La vía férrea permaneció cortada durante doce horas, hasta que los técnicos pudieron controlar la situación en, el interior del túnel, donde se temía que hubiera emanaciones de gas butano. La cisterna siniestrada, que ocupaba el quinto lugar entre las del tren, pudo ser retirada a última hora de la mañana, por la que quedó nuevamente libre la vía.Las mismas fuentes quitaron importancia al accidente, señalando que no había habido daños materiales ni heridos. El suceso ocurrió cuando el tren circulaba a velocidad muy reducida -veinte kilómetros por hora-, en una zona de obras, situación bastante frecuente en este tramo de vía férrea, cuyos túneles son objeto de continuos trabajos de reparación, dada su antigüedad (alrededor de cien años). Al menos seis de los noventa túneles intercalados en el trayecto León-Gijón están siendo consolidados en estos momentos, dentro de un programa de inversiones de Renfe cuyo costo se sitúa en torno a los ochocientos millones de pesetas para los próximos cuatro años. A más largo plazo se espera construir un nuevo trazado de vía que incluirá un túnel de veintisiete kilómetros, entre las localidades de Pola de Gordón y Campomanes.

Este es, sin embargo, el segundo accidente ocurrido en la vía férrea León-Gijón en el espacio de una semana. El pasado día 20, un tren de CAMPSA que transportaba setecientas toneladas de gas-oil y gasolina descarriló a un kilómetro de la estación de León, incendiándose cuatro de las once unidades cisterna. En aquella ocasión ardieron casi un cuarto de millón de litros de combustible, loque obligó a desalojar varias viviendas próximas al lugar por temor a que pudieran ser alcanzadas por el fuego. Según un portavoz de Renfe, el accidente no se debió a ningún fallo humano y las pérdidas ascendieron a casi diez millones de pesetas. Las causas del siniestro no han sido dadas a conocer.

En esta misma línea férrea ocurrió hace menos de un año, el 27 de septiembre pasado, un accidente mortal que costó la vida a siete empleados de Renfe. En esta ocasión el siniestro también tenía que ver con el transporte de combustible.

Según se informó en su momento, los siete empleados de Renfe perecieron, al provocarse una explosión en el interior del túnel cincuenta de la línea León-Gijón, cuando se estaban llevando a cabo las tareas de remolque de un tren cargado con 700.000 litros de combustible que había quedado bloqueado en el interior del túnel.