El Atlético también ganó la Copa

El Atlético de Madrid se proclamó campeón de la Copa de balonmano al vencer en la final al Calpisa de Alicante por 26,22. Al descanso del partido se llegó con el resultado de empate a trece goles. De esta manera, el conjunto madrileño consigue el «doblete» -Liga y Copa- en la temporada 1978-79, ya que en el torneo liguero se adjudicó igualmente el triunfo, teniendo siempre como rival más directo al conjunto alicantino, para el que termina un reinado de cuatro años consecutivos, a lo largo de los cuales dominó en el balonmano español. Al margen del encuentro, pero digno de tener en cuenta, hay que señalar que este era el último partido que jugaba el portero del Calpisa, José Perramón, uno de los mejores porteros de Europa.Gustó mucho el juego del Calpisa, sobre todo en la primera mitad, en la que pudo aguantar perfecta mente el ritmo del partido, impuesto después por el Atlético, debido a la mayor envergadura y potencia de sus hombres. En cierto modo se podría decir que los dos equipos han dejado ver en esta final la idiosincrasia de su juego y lo que hicieron a lo largo de la temporada. Más experiencia y quizá un juego más técnico y depurado en los alicantinos, y más fuerza y potencia, sin que la clase esté ausente, en los rojiblancos. Los años volvieron a pesar en los hombres clave del Calpisa, y esto fue aprovechado por un Atlético pletórico de moral, que se empleó mucho y bien en defensa, a partir de la cual fue adueñándose de la situación poco a poco y terminó por doblegar a su rival, que indudablemente tiene en sus filas figuras de primera clase, pero que debe ir pensando en la renovación, del equipo.