Díaz Miguel: "Seguiré en la selección hasta que me echen"
«Se ha conseguido un poquito más de lo que pensábamos, y menos de lo que podía haberse logrado a tenor del juego que realizó España.» Antonio Díaz-Miguel se ha sacado en el Campeonato de Europa, celebrado en Italia, la espina personal que tenía clavada desde que «su» selección perdiera la categoría hace dos años en Ostende. Ahora, tras el sexto puesto europeo, el seleccionador nacional de baloncesto ha vuelto a ser un hombre cotizado al que le han llovido las ofertas extranjeras. Pero el binomio Díaz-Miguel-selección no va a romperse. «Ya estoy "llorando" para tener el máximo de fechas disponibles para preparar con tiempo el Preolímpico del próximo año. Seguiré en la selección hasta que me echen.»
No ha sido un camino de rosas la participación española en el Campeonato de Europa. Mientras la mayoría de selecciones planifican adecuadamente su programa deportivo, la selección española apenas ha contado con fechas disponibles.La fase competitiva en «serio» se inició en Grecia. «Tenía mucho miedo a esta fase porque íbamos con la necesidad de clasificarnos. El equipo respondió y sólo fue derrotado por Francia. Hubo triunfos ante Alemania, Polonia, Rumania y Escocia. Luego, ya en la fase final de este preeuropeo, se venció a Suecia, Finlandia y Grecia.»
Para la competición final, ya entre los doce mejores, Díaz-Miguel prescindió de los jóvenes Fermosell y Romay, y recuperó a Corbalán y De la Cruz. Y los triunfos continuaron. «Se ganó a Bulgaria, por cuatro puntos, a Holanda, por veinte, y llegó la explosión ante la Unión Soviética. No, no fue un milagro nuestro triunfo. Coincidieron muchos factores. En principio se jugó con tranquilidad, porque la categoría ya se había recuperado. Y luego el planteamiento resultó. Se defendió a nuestra forma, hombre a hombre, y nos vimos favorecido con que ellos pusieran dos pivots. Esto facilitó la labor de Santillana y De la Cruz, que se mantuvieron en pista sin cometer faltas. Y ya es difícil, porque De la Cruz tuvo que sujetar al "monstruito" Thaschenko, un hombre de 150 kilos y 2,20 de altura. El azulgrana mide 2,06.
Todo marchaba bien. Se hablaba incluso de medalla. Pero en el tramo final no pudo mantenerse el ritmo. «Quedaban cuatro partidos. Y lo cierto es que tras el de la Unión Soviética los chicos tuvieron un relax que me asustó mucho. Incluso tuve que cortar un entrenamiento previo al partido con Israel. Ese día jugamos mal. Nuestra defensa no estuvo en la línea de seriedad que había mantenido. Aún así se perdió sólo por cuatro puntos.» La indignación tuvo un nombre: Italia. «Yo diría que más nombres. Ni pegando puñetazos en la mesa se consiguió evitar la injusticia. En los últimos minutos cometieron una serie de faltas tremendas. El árbitro griego, sin embargo, señaló dieciocho contra España y sólo ¡tres! contra Italia. Y lo de la canasta final, mejor callarse. El cronometrador paró el reloj, cuando faltaba un segundo, por lo menos durante tres. Todo el mundo lo vio. Los últimos dos partidos, con la moral ya baja, entran dentro de la lógica. No es anormal perder con Yugoslavia por ocho puntos y con Checoslovaquia por siete. Al final, este sexto puesto pienso que es buenísimo para España. Lo habría firmado el 15 de abril, porque íbamos con un equipo joven, pero una vez jugado, la verdad, es que incluso sabe a poco.»
Díaz-Miguel es representante de artículos de confección. Sesenta mil pesetas tiene de sueldo mensual como seleccionador de baloncesto. A años luz, por ejemplo, de Kubala, el de fútbol. Participar en el Europeo puede reportarle unas 400.000 pesetas, y a los jugadores casi 300.000. Curiosamente, delante del presidente de la Federación, Segura de Luna, hubo un fuerte ofrecimiento para entrenar en Israel. «Fue a través de un periodista. También me han ofrecido entrenar al Antonini, de Siena. Pero no es cuestión de dinero. Yo estoy identificado con la selección y no pienso irme, al menos hasta que me echen.» La oferta era suculenta. Casi cuatro millones al año. «No sé si habrá subida de "sueldo" De todas formas, yo acepto lo que me den. ¿Saporta? Siempre suele sorprender con algo. Es un prestidigitador en este sentido. Pero el mejor regalo ya me lo ha hecho. Ha estado más de una tarde en el hospital acompañando a mi esposa, que había sufrido una operación. Y ya es difícil robarle cinco minutos a Saporta.» El futuro del equipo español se centra ahora en el Preolímpico, que comenzará el 6 de mayo próximo. Veinticinco equipos para tres plazas. «Hay que mejorar el rebote.» Es una de las eternas canciones de Díaz-Miguel. La otra, «llorar» por encontrar fechas para la selección. «A ver si pudiera lograrse que los clubs jugasen al menos una vez entre semana. Así ganaríamos una semana de entrenamiento, antes de que termine la Liga, el 10 de abril.»
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