_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Sobre las reuniones socialistas de Madrid

Como militante del Partido Socialista Obrero Español, he asistido a las asambleas-coloquio organizadas por la Federación Socialista de Madrid. En la del día 14 fue ponente Felipe González, y en la del 15 tuvimos como ponente a Francisco Bustelo. La intervención del ex secretario general del PSOE fue clara, organizada y de un rigor político y doctrinal singularísimos. Bustelo, en cambio, enmarcó su intervención en una serie de contradicciones de primer orden. Con Felipe González se podrá o no estar de acuerdo. Yo lo estoy totalmente. En todo caso, nunca se siente uno engañado o confundido. Se comprende perfectamente de qué va Ia cosa. Bustelo, por el contrario, nunca infundió confianza en el acto de referencia, porque constantemente se entregaba a extremismos, digamos, para entendemos, de derecha o de izquierda. Además, hay que decir que, mientras Felipe, en el coloquio que siguió a su charla, fue a más, Bustelo no supo dar al coloquio altura, rigor y confianza. Seguramente fue por eso que Pablo Castellano, en una breve intervención, más que centrarse en lo que la reunión demandaba, lanzó un sálvese el que pueda, que este no es mi barco, lo que, por otra parte, es su habitual comportamiento. ¿Cuándo sabremos o, mejor dicho, cuándo sabrá el ex secretario de las Cortes cuál es su barco?Por lo demás, hay que decir, sin rodeos, que si constituye un excelente propósito de la Federación Socialista de Madrid la organización de esos actos y los que le van a seguir, es de lamentar que hombres como Bustelo, acogido a un privilegio que para sí desearían cientos de afiliados al PSOE, nos obligara a muchos, a muchísimos socialistas, a temblar pensando que hombres como él hayan estado a punto de encaramarse a los cargos más responsables del partido. La reciente andadura de Bustelo desmerece singularmente sus méritos de otros tiempos. Su tiempo de aciertos In otros momentos los ha desvalorizado en una carrera improcedente, inoportuna y dudosa. Uno, que ya es viejo¡ se ve obligado a recordar con dolor viejos ajustes de cuentas: Quejido e Iglesias, Lamoneda y Saborit...

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_