La inexpenencia dejó a España en el sexto lugar
Terminó la liga de la fase final -sólo faltan por disputar los partidos para dilucidar los cuatro p.rimeros puestos- y España no consiguió ni una sola victoria. Un mal partido frente a Israel, una injusta decisión de la mesa apoyada por las habituales cacicadas de la FIBA le privó del triunfo frente a Italia; de nada le sirvió una buena actuación frente a Yugoslavia, porque ésta se mostró muy superior y, por último, ayer, frente a Checoslovaquia, volvió a evidenciar que su juventud e inexperiencia han sido los grandes pecados en este europeo y a última hora tampoco pudo alzarse con el triunfo.Los cuatro partidos de esta fase final han demostrado que si, por un lado, España está evidentemente entre los mejores conjuntos del continente, por otro, las lagunas a que obliga la desastrosa estructura y planificación del baloncesto español se paga. Falta de preparación fisica, poco poder en los rebotes y el hecho de que las circunstancias hayan dejado al equipo español sin un buen director de juego han sido las causas principales de que la selección española no haya podido rematar los buenos principios de la fase previa que culminaron con ese excelente iriunfo frente a la Unión Soviética. Por otro lado, no es verdad que a España le falten centímetros, sino hombres altos que sepan jugar. La prueba es que Díaz Miguel tuvo que renunciar a llevar varios de ellos porque no cogían rebotes. Esto es algo que conviene dejar claro porque, efectivamente, se está haciendo tópico en decir que España pierde por falta de altura.
Ayer, frente a Checoslovaquia, al margen de los rebotes, fue Brabenec, el extraordinario alero checo, quien apuntilló a la selección porque nadie supo sujetarle. Conviene recordar que hasta la fecha el único jugador español que desde siempre supo hacerlo fue Gonzalo Sagi Vela y este no estaba ayer en Turín por falta de centímetros. Por otro lado, es justo apuntar que los pívots de la selección no suman los puntos necesarios. Sin ir más lejos, frente a los checos, entre Rullan, De la Cruz y Santillana hicieron veintinueve puntos, cantidad que casi debía corresponder a cada uno de ellos. A esto hay que unir que nuestros bases son todos grandes jugadores, pero no directores de juego, por lo que cuesta mucho trabajo que los balones lleguen en buenas condiciones tanto a aleros como a los citados pivots.
La actuación española, en resumen, hay que calificarla de buena, sin olvidar las limitaciones que, tanto a nivel de jugadores como a nivel de fechas de preparación, tiene, a la hora de ponerse a trabajar, el seleccionador español, Antonio Díaz-Miguel. Esto no es una afirmación gratuita, y no hay más que echar la vista atrás y ver el sistema que siguieron los cinco equipos que junto con España llegaron a esta fase final.
Otros resultados: Holanda, 115; Bélgica, 85. Grecia, 100; Bulgaría, 85. URSS, 90; Italia, 84. Por tanto, la Unión Soviética disputará la medalla de oro a Israel. La medalla de bronce se decidirá en el partido que jugarán Checoslovaquia y Yugoslavia. Tras su derrota ante la URSS, Italia queda en quintaposición.
Tras España, sexta, se han clasificado Polonia y Francia. Grecia, Holanda, Bulgaria y Bélgica jugarán el próximo europeo en Segunda División.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.